Política y Economía

En qué consistió el Plan Bonex, el polémico plan que según Massa quiere aplicar Milei


Tras escuchar al libertario desarrollar su estrategia de dolarización, el candidato de Unión por la Patria lo advirtió

“Milei lo que dijo es que si es presidente habrá un Plan Bonex” lanzó Massa ayer a la noche en los estudios de TN. El candidato de Unión por la Patria explicó que cuando el libertario describe como trata a los pasivos del Banco Central y como trata a las leliqs, “lo que está haciendo es manotear el dinero de los ahorristas”. 

Minutos antes, Milei en el mismo estudio de TV había explicado de qué manera podría dolarizar y que tal proceso llevaría de 9 meses a 2 años, rescate mediante de los 30.000 millones de dólares de leliq contra la posición de títulos públicos.

Allí, Sergio Massa alertó que para eso es necesario el Plan Bonex que implementó Carlos Menem en 1989 de la mano de su ministro de Economía  Erman Gonzalez. Pero, ¿en qué consistió el Plan Bonex y cuales son las similitudes con la situación actual y la estrategia de Milei?

Para comprender el fenómeno hay que situarse en un proceso de hiperinflación donde la gente se quedaba con el efectivo para vivir en la semana y colocaba a plazo fijo el resto de su dinero para que no pierda tanto poder de compra. Esto resultó en una gran montaña de plazos fijos que vencían todos los meses, (como las leliqs actuales).

En paralelo, el Estado sufría de un enorme déficit fiscal, una balanza de pagos deficitaria que consumía las divisas necesarias para pagar la elevada deuda externa. Y además, el Banco Central había consumido casi todas sus reservas en el intento por contener la cotización del dólar.

Al asumir Erman Gonzalez el ministerio de Economía, el Gobierno comprendió que la política de encajes vigente era incompatible con la estabilización monetaria. Así fue como el Plan Bonex, concretó un canje compulsivo de todos los plazos fijos que superaran el millón de australes a cambio de bonos (denominados Bonex 89) bajo legislación extranjera que vencían en 1999. Es decir, desnacionalizaron la deuda, y además liberaron el tipo de cambio.

Al mismo tiempo, el Plan Bonex de 1989 prohibió a las entidades financieras recibir depósitos a plazos fijos hasta nuevo aviso. No obstante, dicha estrategia monetarista generó beneficios y consecuencias: por ejemplo, la confiscación alcanzó el 60% de la base monetaria, lo que provocó una fuerte recesión por la caída de la liquidez. Sin embargo, logró frenar con un «shock» la hiperinflación por una menor demanda de bienes y servicios, además de compra de dólares.

Respecto a los ahorristas, los Bonex en un primer momento cayeron un 25% nominal en el mercado secundario. En tanto, los ahorristas perdieron tres cuartas partes del monto original que habían depositado. Un año después, el valor de los bonos se estabilizó en una paridad cercana al 80%.