Espectáculos

Bossi prepara la gira mundial de su «Live Comedy», un «acto de rebeldía en tiempos de desamor»


El actor y humorista se despide el 20 de agosto en Buenos Aires para luego viajar a Uruguay, Estados Unidos y Europa

Por Solange Levinton – Télam

El actor y humorista Martín Bossi, que el próximo 20 de agosto se despedirá de la Avenida Corrientes con «Bossi Live Comedy» para iniciar una gira internacional por Uruguay, Estados Unidos y Europa, definió su espectáculo como «un acto de rebeldía en tiempos de desamor».

«En tiempos donde predomina la falta de melodía, de romanticismo, de empatía, este show propone dos horas de todo lo contrario», destacó Bossi en una entrevista con Télam sobre el unipersonal que estrenó en marzo pasado en el Teatro Astral donde cuestiona, entre otros temas, la falta de profundidad en la música, la decadencia de la cultura y el desencuentro.

«Bossi live Comedy» es, además, el primer espectáculo en el que el artista que se popularizó haciendo imitaciones, no utiliza disfraces: «La madurez me hizo comprender que no necesitaba máscaras para que me quieran», agregó.

Antes de iniciar una gira por Montevideo, Miami, Dublín, Londres, y Sevilla, Valencia, Mallorca, Barcelona y Madrid, entre otras ciudades de España, Bossi también conversó con Télam sobre el rol del showman, sus años de humor político y sus proyectos para el año próximo.

—¿Qué balance hacés de estos cinco meses de «Bossi Live Comedy» en la Avenida Corrientes?

—Cuando ofrecés un show de showman, que más que un actor o comediante es un artista pop, tenés la ventaja de que podés ir cambiando canciones, metiendo bloques nuevos, hablando de lo que tenés ganas según la función, entonces la gente vuelve. Este espectáculo es un acto de rebeldía que podés escuchar varias veces.

—¿Por qué lo relacionás con un «acto de rebeldía»?

—Porque hoy hay un discurso que predomina y una forma de mostrar el mundo y, en ese contexto, salimos a contraatacar con un discurso de rebeldía amorosa y con un discurso de unión. Tanto, que vamos a llevarlo por todo el mundo.

—¿Es un desafío hacer un espectáculo de humor que sea capaz de viajar por distintas partes del mundo?

—Está todo tan globalizado que cuando hablamos de amor, es lo mismo para todos. Cuando comparamos a Maluma con John Lennon, todo el mundo lo va a entender. Si hablamos de la falta de romanticismo y comparamos la música de hoy con la de antes, todo el mundo lo va a entender; si los hago abrazarse y bailar un lento, todo el mundo lo va a entender. No tengo que adaptar nada, no tuve que cambiar ni una coma del espectáculo porque el amor es universal.

—En varias oportunidades dijiste que este era el primer show donde decidiste salir sin máscaras y poner «la verdad sobre la mesa», ¿Cómo fue ese proceso?

—Ese proceso empezó cuando era chico, que me disfrazaba para hacer reír. Pero la madurez y la colaboración de mucha gente, fundamentalmente de Emilio Tamer, que es mi director y coach, me fue llevando a comprender que no necesitaba máscaras para que me quieran. Hoy lo más sano para mí es no andar disfrazándose compulsivamente.

—En este espectáculo cuestionás, entre otras, cosas, la decadencia cultural. En esa misma línea, ¿qué mirada tenés sobre el humor que se hace hoy en relación a los cambios de paradigmas?

—Yo no tuve que modificar mi humor con el progreso de la sociedad o los cambios de paradigmas. Tampoco fui un tipo de hacer el chiste fácil del culo, nunca fui de ese humor, entonces uno tiene que ver el contexto social que vive y parodiar lo que está sucediendo. Lo que sí creo es que hoy la gente pierde mucho el humor porque estamos en un mundo que nos enfrenta constantemente con mensajes violentos.

—En este año cruzado por las elecciones, ¿no te dieron ganas de volver a hacer imitaciones de políticos como hiciste en «Gran cuñado»? ¿Qué recuerdo tenés de ese trabajo en el programa de Marcelo Tinelli?

—Fue una etapa adolescente de mi vida, de trabajar en una televisión que todavía era muy potente, era el único medio que teníamos para poder expresarnos y hacíamos treinta puntos de rating. Participé del programa de Marcelo y, como había necesidad de hacer humor político por las elecciones, tuve que interpretar a algún que otro político en otro contexto de país. Y si bien en la política siempre hubo enfrentamientos, había mucho menos violencia que ahora. Yo, que hoy estoy hablando de amor y estoy tratando de unificar, de ninguna manera haría humor político porque divide.

—¿Extrañás la tele?

—Me encantaría volver a los ´90 y no tener la necesidad de tener que ocuparme de muchos contenidos en muchas plataformas. Pero si hoy me pongo a hacer televisión me vería un público de sesenta años para arriba y yo apunto a un target de dieciocho a noventa años. No sería un negocio la tele para mí hoy, cuando puedo subir contenido a Instagram y que me vean un millón de personas.

«Bossi Live Comedy» se presenta, hasta el 20 de agosto, de jueves a domingo a las 20.30 y los sábados a las 20.30 y a las 22.30 en el porteño Teatro Astral (Avenida Corrientes 1639).