Por Diego Carballido
“Desde el Colectivo de Organizaciones Sociales que trabajamos la problemática de situación de calle expresamos nuestro más absoluto repudio a los hechos de violencia física, verbal y simbólica que se vienen llevando adelante sobre nuestros compañeros que se encuentran en situación de calle, violencia que se acrecentó en los últimos meses en el marco de una discursiva absolutamente discriminatoria de uno de los sectores sociales con mayor cantidad de derechos vulnerados”. Así comienza un documento publicado por muchas de las organizaciones sociales que realizan tareas solidarias y trabajan principalmente con personas en situación de calle agrupadas en el Colectivo de Organizaciones “Situación de calle” Rosario.
Según la opinión de los integrantes de estas agrupaciones existe desde hace un tiempo un cierto hostigamiento a las personas que viven en la calle, pero lo sucedido hace unos días atrás fue «el hecho que detonó todo» afirma Federico D’Agostino, integrante de “Rosario Ciudad Unida”, en diálogo con CLG.
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En las cercanías a la plaza San Martín, de Moreno y Santa Fe, muchos conocen a Rubén. Un hombre que vive en situación de calle y sufre claustrofobia, es decir no soporta estar sometido a lugares cerrados, y que por intermedio de Caritas ayuda desde hace un tiempo a cocinar raciones de comida que luego son repartidas entre los más necesitados.
«Lo del jueves 27 de septiembre fue la gota que rebalsó el vaso. Porque conocemos las prácticas sistemáticas de Control Urbano de sustraer las pertenencias de las personas que están en situación de calle, inclusive en lugares recónditos donde no perturba absolutamente la convivencia de nadie, pero a Rubén le sustrajeron absolutamente todo y luego recibimos el maltrato de agentes pertenecientes a esa dependencia”, relató indignado Federico, y amplió: «Cuando nosotros nos acercamos, Rubén estaba en una crisis nerviosa y ahí empezamos a movernos. La situación se complicó aún más cuando algunas compañeras del Colectivo fueron ninguneadas por agentes que no quisieron identificarse”.
Hasta se llegaron a escuchar frases muy desatinadas de parte de los funcionarios municipales para referirse al reclamo que los integrantes del Colectivo le hacían a las fuerzas de Control Urbano. “Este tipo de cosas en otra época no pasaban” se escuchó al pasar, haciendo clara referencia a las etapas más oscuras de la historia argentina reciente.
El periplo no terminó ahí, según relató Federico. Cuando se dirigieron al Centro Territorial para denunciar lo sucedido, no les tomaron la denuncia. “Revisamos el depósito de Control Urbano para ver si encontrábamos las pertenencias de Rubén pero no estaban ahí, no sabemos dónde fueron a parar”, relató D’Agostino.
La agrupación “Rosario Ciudad Unida” asiste semanalmente a las personas en situación de calle realizando sus tradicionales recorridas donde reparten raciones de comida y tratan de ayudar en las distintas problemáticas que se les presentan. Federico remarca la indignación que genera la de este tipo de situaciones que “talan de raíz todo el trabajo que venimos haciendo”.
Una de cal y una de arena
«Sucede algo muy curioso, porque dentro de las políticas implementadas por la Secretaría de Control y Convivencia está la GUM que participó de la campaña “Frío Cero” para darle frazadas a las personas que están en la calle. Pero también tienen a su cargo a Control Urbano que quita mucha de las pertenencias. O sea de una dependencia se dan cosas y, por otro lado, se la quitan. En este tema existe una contradicción», aclara D’Agostino.
La situación de Rubén se hizo pública a través de los medios de comunicación y también el reclamo llegó hasta el Palacio Vasallo. «Tuvimos una reunión con concejales de un amplio espectro político que se desempeñan en la Comisión de Derechos Humanos donde fuimos escuchados en nuestro reclamo y se comprometieron en mantener un diálogo con la Secretaría de Control y Convivencia. También se comprometieron a revisar la normativa interna de Control Urbano», compartió D’Agostino.