Marcela Nissoria, presidenta de la asociación civil Salta 2141, reflexionó sobre el impacto de aquel fatídico día y la importancia de honrar la memoria de las víctimas
Este domingo se cumple una década desde la trágica explosión que sacudió a Rosario en la calle Salta 2141, cobrándose la vida de 22 personas el 6 de agosto de 2013. Marcela Nissoria, presidenta de la asociación civil Salta 2141, reflexionó sobre el impacto de aquel fatídico día y la importancia de honrar la memoria de las víctimas.
En una entrevista con Cadena 3 Rosario, Nissoria compartió sus sentimientos y recuerdos: «El dolor es para siempre. Uno trata de que esa mochila tan pesada pese menos, la vida te da algunas oportunidades para volver a reír. Pero es la ausencia permanente. Uno fue una persona antes del 6 de agosto y desde ahí otra. A 10 años uno trata de buscar el equilibrio».
Sin embargo, resaltó con emoción la construcción de un memorial en el lugar de la tragedia: «Que se esté construyendo el memorial es una caricia al alma. Fue un camino devastador. Este lugar de memoria es para que esto no le vuelva a pasar a nadie». La memoria se convierte así en una herramienta fundamental para evitar que tragedias similares vuelvan a ocurrir en el futuro.
Nissoria también compartió su experiencia personal sobre el proceso de duelo y la falta de contención para las víctimas y sus familias. Cuestionó la falta de justicia y contó cómo la explosión cambió radicalmente su vida: «Salta me llevó a una vida que nunca imaginé. Fue demoledor, antes tenía energía para muchas cosas, hoy esas energías están en la cabeza».
El memorial, que se está construyendo en el sitio de la tragedia, representa un símbolo de respeto y homenaje a las víctimas, así como una forma de mantener viva la memoria de lo sucedido y recordar la importancia de la seguridad y la prevención en la vida cotidiano. En palabras de Nissoria, esta iniciativa es una «caricia al alma» que proporciona consuelo en medio del dolor y contribuye a la sanación colectiva.