Vivir cerca de un bar o boliche puede resultar difícil. Los conflictos que pueden llegar a generarse en la puerta o en las cercanías de los locales, sumados al ruido que producen, no caen de maravilla en los vecinos. Es por ello que el Concejo analiza penalizar a los dueños de estos lugares por lo que sucede. Sin embargo, quienes viven en las cercanías de estos locales no están convencidos con la legislación que se impulsa.
Las principales denuncias de vecinos se realizan por ruidos molestos. En relación a esto, CLG dialogó con la arquitecta Ebe Bragagnolo y el ingeniero Roberto Brussa, quien denunció: «Los concejales se reúnen con los bolicheros, pero a los vecinos no nos llaman». El hombre detalló los conflictos producto de la sobrepoblación de locales bailables y bares en la zona de Pichincha.
La iniciativa plantea que los empresarios se suscriban a un ‘acta de compromiso de convivencia’ y comiencen a implementar medidas tanto en el ingreso como el egreso para evitar disturbios. Aún no se definió que sanción le corresponderá a quienes incumplan la norma. Brussa, se adelantó a esto y opinó: «Si después nadie viene y controla lo que pasa, nada cambia».