Desde el sector estiman que los lácteos serían los más afectados. Y advierten de una fuerte caída en el consumo
Las medidas económicas implementadas por el gobierno nacional mantienen en vilo a los supermercadistas de Rosario, quienes advirtieron que podrían venir más aumentos en los precios de los productos en las góndolas. Especialmente, se teme que los lácteos sean uno de los sectores más afectados, ya que los productores de carne bovina, porcina y aviar también han alertado sobre el impacto del nuevo «dólar maíz», que encarece la dieta balanceada de los animales.
Según los supermercadistas locales, los costos para estos sectores han experimentado aumentos entre el 10% y el 20%, y de ser posible, trasladarán estos incrementos a los precios al consumidor, lo que podría resultar en un repunte significativo en los lácteos y otros productos.
Sergio López, presidente de la Cámara de Supermercados de Rosario, expresó su preocupación por la situación y afirmó que los índices de inflación que manejan en el sector están por encima de las cifras que difunde el Indec. Estimó que «en los últimos meses, la inflación en las góndolas ha rondado entre el 8% y el 10%, lo que se suma a una fuerte caída del consumo».
En relación al programa nacional «Precios Justos», que busca establecer precios estables para algunos productos esenciales, López dijo que su participación en los comercios de Rosario «es limitada, y que las grandes cadenas tienen mayor acceso a estos acuerdos, dejando a los supermercadistas locales con poca representación en las negociaciones».
El presidente de la Cámara de Supermercados de Rosario enfatizó la necesidad de «ser invitados a las mesas de negociación para que las provincias también puedan participar en el cierre de programas como Precios Justos».
Además, López resaltó la caída del consumo, que según sus estimaciones, se ubica en un 3 o 4% mensual. Para enfrentar esta situación, «las marcas han adoptado estrategias como disminuir el tamaño de los productos, lo que ha llevado a los consumidores a encontrar paquetes de alimentos con menos contenido», lo que califica como un «aumento encubierto».
La situación económica se agrava por el bajo poder adquisitivo de los trabajadores. El salario mínimo de junio, antes de la última actualización, representó menos del 38% de la Canasta Básica Total y solo el 84% de la Canasta Básica Alimentaria para una «familia tipo» de dos adultos y dos niños. Esto implica que, en junio, una familia necesitó más de dos salarios mínimos y medio para cubrir la canasta y evitar estar por debajo de la línea de pobreza.
Desde 2021, a pesar de las actualizaciones nominales del salario mínimo, no se ha logrado una recuperación real debido a la creciente inflación, lo que agudiza aún más la situación económica de las familias y afecta negativamente el consumo en los supermercados.