Con este aumento, la Fed ya lleva 11 subas de tasas dentro del actual ciclo de contracción monetaria, la cual se inició a comienzos de 2022
En línea con lo esperado, la Fed subió la tasa al nivel más alto en 22 años. Los inversores daban por hecho que la Reserva Federal (Fed) de EEUU elevaría el costo del dinero en 25 puntos básicos, algo que finalmente confirmó.
La medida complica aún más el acceso de los mercados emergentes al financiamiento. En especial, puede representar un nuevo obstáculo para la atraccion de divisas por parte de la Argentina, en un escenario de sequía de reservas.
Es que los inversores se verán más tentados de poner sus dólares a resguardo en la Reserva Federal.
El objetivo es mantener a raya la inflación en los Estados Unidos.
Elevó el costo del dinero en 25 puntos básicos, al rango de 5,25% y 5,5%, por lo que el nivel de tasas de interés se ubica en el nivel más alto desde enero de 2001, es decir, en más de 22 años.
La decisión de la Fed fue en línea con lo esperado ya que previo a que se publique la misma, el mercado asignaba una probabilidad de 99% de que el banco central de EEUU elevaría el costo del dinero en esa magnitud.
Con este aumento, la Fed ya lleva 11 subas de tasas dentro del actual ciclo de contracción monetaria, la cual se inició a comienzo de 2022, siendo el programa de suba de tasas más agresivo desde los años 80´.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo este miércoles que todavía «tomará tiempo» ver los efectos de la política monetaria del banco central, «especialmente sobre la inflación».
Powell indicó en una rueda de prensa que, de cara al futuro, la Fed decidirá si continuar con las subidas de los tipos o no «reunión por reunión», dependiendo de los datos que vaya recibiendo sobre la situación económica.
Precisó que en la próxima reunión del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed se tomará en cuenta la información que haya sobre la inflación y el empleo para tomar una decisión: «Esa decisión podría significar otra subida en septiembre o seguir en ese nivel».
La Fed decidió este miércoles reanudar las subidas de los tipos de interés, tras una pausa en junio, al aumentar las tasas 0,25 puntos porcentuales, de tal forma que pasan a situarse en una horquilla de entre el 5,25 % y el 5,5 %, alcanzando su máximo nivel desde 2001.
El de hoy es el undécimo aumento de los tipos desde marzo de 2022, aunque Powell subrayó que la inflación continua «bastante por encima» del objetivo a largo plazo del 2 %.
Recordó que en los 12 meses que acabaron en mayo el índice de precios al consumo subió el 3,8 %, excluyendo la comida y la energía, mientras que la inflación subyacente llegó al 4,6 %.
En junio la tasa de inflación descendió al 3 % y la subyacente alcanzó el 4,8 %, pese a que «de alguna manera la inflación se ha moderado desde mediados del año pasado», remarcó Powell.
Aun así, el presidente de la Fed ve que el proceso para reducir la inflación al 2 % todavía «tiene un largo camino por recorrer» e incluso aventuró que posiblemente no se alcance esa meta hasta hacia 2025.
Ante estas perspectivas, «tenemos que estar preparados para seguir los datos y, dado lo lejos que hemos llegado, podemos permitirnos ser también un poco pacientes», consideró.
Por otro lado, tras constatar la fortaleza de la economía de EE.UU., Powell destacó que el personal de la Fed no augura ya una recesión, pese a que se ha producido una ralentización del crecimiento este año.
Los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed optaron por subir hoy los tipos tras una reunión de dos días en la que han evaluado el resultado de la política monetaria alcista aplicada durante el último año para combatir la carestía.
En un comunicado, la Fed explicó que los indicadores más recientes apuntan a que la actividad económica se ha expandido a un «ritmo moderado», pero que la inflación continúa «elevada».
Sobre el futuro, el banco central anticipó que seguirá evaluando los datos e implicaciones de sus medidas, además de tomar en cuenta el endurecimiento acumulado de su política monetaria, el retraso de sus efectos sobre economía y la inflación, y la evolución económica y financiera.
La inflación estadounidense ha bajado durante 12 meses consecutivos desde que en junio de 2022 batiera su récord de los últimos 40 años al colocarse en el 9,1 %.
Ante esta inflación desbocada como consecuencia de la pandemia de covid-19 y de la invasión rusa de Ucrania, la Fed comenzó el 17 de marzo de 2022 a subir los tipos. Lo hizo con 25 puntos básicos y subió 50 más en mayo.
Después comenzó a apretar el acelerador y realizó cuatro subidas de 75 puntos básicos. En diciembre aumentó medio punto y este año comenzó a ralentizar el ritmo con tres alzas de 25 puntos básicos.
La relajación del ritmo se hizo más necesaria tras la incertidumbre desatada en el sistema bancario por la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB) y el Signature Bank y el rescate del First Republic Bank, que las autoridades estadounidenses lograron contener.
El mercado laboral sigue siendo fuerte, y en junio se crearon 209.000 empleos netos, mientras que la tasa de desempleo bajó una décima hasta situarse en el 3,6 %.