Ante las complicaciones climáticas, las dirigidas por Germán Portanova debieron cambiar de planes y trabajar en una cancha de futsal
La Selección argentina femenina de fútbol tuvo este viernes un nuevo entrenamiento para ultimar detalles de cara al debut en el Mundial de Nueva Zelanda – Australia 2023, el próximo lunes, pero el mismo sufrió un cambio de planes ante la imposibilidad de usar las canchas de césped del Michael’s Ave Reserve, completamente inundadas por las lluvias constantes que cayeron sobre Auckland.
Las futbolistas fueron directamente a la cancha de futsal del club en la zona de Ellerslie, donde el preparador físico Franco Caponetto propuso un circuito de ejercicios de reacción, velocidad y coordinación para comenzar la activación diaria. Además, realizaron trabajos con bandas de resistencia.
Luego, el plantel fue dividido en tres grupos. Las jugadoras argentinas llevaron a cabo distintos ejercicios de técnica individual con pelota, buscando aprovechar al máximo el espacio disponible. Por su parte, las arqueras Vanina Correa, Abigail Cháves y Lara Esponda realizaron labores cognitivas, de coordinación y respuesta bajo cansancio.
Finalmente, las jugadoras de campo se dividieron en tres equipos para disputar duelos de posesión y definición en espacio reducido. Esta práctica contó con la presencia de la embajadora argentina en Nueva Zelanda, María Belén Bogado, quien también dialogó con las futbolistas y el cuerpo técnico para brindarles su apoyo.
La Selección de Germán Portanova se prepara para el debut en el Mundial contra Italia, este lunes 24 desde las 3 de Argentina, en el estadio Eden Park de Auckland.
El sábado, el equipo volverá a entrenarse en el club del Michael’s Ave Reserve. En tanto, la última práctica antes del encuentro frente a las italianas será el domingo por la tarde en el Waitakere Stadium.