Se estima que en el país, dos de cada tres personas tiene un perro. Entre las claves para que tengan una buena salud, está mantener el esquema de vacunación al día
Los argentinos son considerados como los más mascoteros, ya que, el 66% de la población tiene alguna, entre ellas, un perro, animal del que este viernes se conmemora su Día Mundial, una fecha para celebrar el amor incondicional de ese amigo fiel e incondicional de los humanos y en la que se busca concientizar sobre la importancia de brindarles una vida digna.
A nivel mundial, los perros están presentes en alrededor de uno de cada tres hogares, cada vez son más las familias que desean adoptar uno, Argentina tiene la mayor incidencia de tenencia de estos animales y es considerado un país mascotero porque dos de cada tres personas tienen un perro, junto con México (64%) y Brasil (58%).
Gracias al avance de la ciencia, la expectativa de vida de los perros se duplicó en las últimas cuatro décadas. Por ejemplo, en tan sólo 14 años, la esperanza de vida de los perros estadounidenses aumentó de 10,5 años a 11,8 años, un promedio del 11,4% y esto podría mejorar pese a que 1 de cada 4 perros no está vacunado con refuerzos regulares. Dentro de las principales razones que esgrimen los tutores para justificar el no vacunarlos es que “no es necesario”, pero esta idea representa un problema porque abre la puerta a diversas enfermedades, incluso las zoonóticas que son las que se transmiten de animal a humano.
La importancia de la vacunación en las mascotas
La vacunación es fundamental en las mascotas porque colabora en la prevención de enfermedades comunes que, de no ser atendidas, pueden afectar seriamente la salud de los perros. El esquema de vacunación va a depender del criterio del profesional veterinario aunque, mayormente, estos suelen iniciar entre las 6 y 8 semanas de vida. Una de las primeras vacunas que reciben los perros es contra el moquillo canino, enfermedad que es altamente contagiosa y se transmite a través de las secreciones de los ojos y nariz de perros infectados. Este virus es agresivo, ataca a los órganos, incluyendo el sistema nervioso, que puede quedar lesionado permanentemente, aún cuando el perro se recupere. Si bien el virus es capaz de resistir durante semanas a temperaturas bajas, se destruye fácilmente en el ambiente por el uso de detergentes y por el calor, muriendo en pocos minutos en ambientes cálidos.
El parvovirus es otra de las enfermedades infecciosas más letales en el perro. Ataca el intestino y algunos síntomas comunes que se presentan son vómitos, diarrea (generalmente con sangre), fiebre y provoca una disminución de la capacidad de los perros para combatir infecciones. Suele ser particularmente grave en cachorros y se transmite por vía oral. El parvovirus es muy resistente y puede sobrevivir en el medio ambiente por más de 6 meses. Esto es particularmente importante porque los perros infectados pueden eliminar millones de partículas virales en su materia fecal, lo cual puede dar lugar a que perros sanos se contagien a través de estos materiales contaminados con el virus.
La traqueobronquitis infecciosa canina o “tos de las perreras” es una enfermedad respiratoria muy común que puede afectar a los perros. Es altamente contagiosa y puede resultar en una enfermedad prolongada y angustiosa tanto para la mascota como para el dueño. A pesar de su nombre, sólo un bajo porcentaje se contagian en guarderías o similares (existen reportes que hablan de apenas un 20%); la mayoría de los casos (40%) se han asociado con actividades sociales de rutina. Los síntomas más comunes son tos seca y áspera, en ocasiones acompañado de flemas, secreción nasal, secreción ocular y estornudos; así como taquipnea (respiración más rápida) y dificultad para respirar.
Además, otra enfermedad que se puede prevenir mediante la vacunación es la rabia. Cada año se realizan campañas de prevención para generar conciencia sobre esta enfermedad que suele ser mortal y que no sólo afecta a las mascotas sino que puede llegar a afectar a los humanos. Por lo general ataca el sistema nervioso central de los mamíferos y se encuentra, sobre todo, en la saliva y el cerebro de los animales infectados.
Las cuatro claves de la prevención
Para prevenir estas enfermedades, es importante tener en cuenta estas recomendaciones básicas de los especialistas para el cuidado de las mascotas:
– Calendario de vacunación al día.
– Desparasitar a las mascotas ante pulgas y garrapatas todos los meses (hay soluciones con duración de hasta tres meses).
– Desparasitar a las mascotas internamente.
– No automedicar a las mascotas. Ante cualquier problema, duda o consulta, acudir al veterinario de confianza.