Por Diego Añaños - CLG
Por Diego Añaños – CLG
Se va terminando la semana y continúan los coletazos del debate por redes sociales entre Cristina Fernández y Mauricio Macri. Un debate que, como decíamos el martes, la vicepresidenta ganó por knock out, claramente. En el día de ayer, Federico Bernal publicó una nota en el diario Infobae, relevando una por una las inconsistencias y las mentiras que aparecen en una nota escrita por Juan José Aranguren, que se desempeñó como Ministro de Energía de la Nación durante la gestión de Mauricio Macri. Bernal fue hasta agosto del año pasado interventor del Enargas, y llegó de la mano de Sergio Massa a ocupar la Subsecretaría de Hidrocarburos de la Nación. Es además, una reconocida autoridad en temas vinculados a la energía, especialmente al petróleo y el gas. En su artículo, recorre cada una de las afirmaciones del “ex-funcionario accionista”, como lo denomina, y las desarma una por una. Deja muy claro, analizando los decretos emitidos por el ejecutivo en ese momento, que ya en 2015 la producción de gas era significativa, y que para esa fecha ya iba quedando claro que era urgente resolver el cuello de botella que se produciría en su transporte “por la saturación del sistema de evacuación neuquino”. Bernal destaca que, pese al diagnóstico que emana de los decretos, no hubo registro siquiera de un intento de la gestión de Aranguren por encarar el problema. Los números son claros: entre 2016 y 2019 el sistema licenciado de transporte sólo se expandió 48 km, contra los 1.514 entre 2007 y 2014 y los 902 entre 2004 y 2007. Es decir, la gestión de Mauricio Macri ostenta el récord de haber producido la menor expansión del sistema de transporte de gas natural de los últimos 40 años. No voy a recorrer el artículo completo, porque es demasiado extenso. Recomiendo fervientemente su lectura, porque hecha luz sobre una gran cantidad de aspectos extremadamente relevantes, su título es: “El presente exige reconocimiento y humildad (y si no, silencio absoluto)”.
También sigue en el centro de la agenda el acuerdo para la renegociación del programa de Facilidades Extendidas con el FMI. Los funcionarios del equipo económico hacen y deshacen valijas casi todos los días. Sergio Massa ha dejado bien claro que no piensa hacer viajar una delegación si no se tiene la semiplena seguridad de que están dadas las condiciones para cerrar las negociaciones. Los tiempos apremian, porque el Fondo entra en receso en agosto por lo que, de no lograrse cerrar un acuerdo durante el mes de julio, el tramo final de la negociación quedaría demasiado pegado al tramo final de la campaña presidencial (recordemos que las PASO son el 13 de agosto y las generales el 22 de octubre). Las pocas versiones que filtran los funcionarios del gabinete económico plantean que estamos en plena pulseada. El FMI presionando para achicar la meta de déficit fiscal (mientras que el gobierno plantea elevarla), y el equipo argentino tratando de lograr que el organismo acepte adelantar una partida de fondos de alrededor de U$S10.000 millones para darle un respiro a las escasas divisas del Banco Central. Por otro lado, las tensiones entre Georgieva y Biden producto de la cautela por parte del Fondo en la implementación de un plan de salvataje a Ucrania, se mezclan con la oferta china de enviar una carta al board solicitando que, en caso de que las negociaciones con la Argentina se sigan dilatando, se habilite la posibilidad de utilizar otro tramo del swap de monedas para pagar vencimientos. Mientras los EEUU trata de mantener su presión hegemónica dentro del organismo, China aprovecha cada oportunidad para tratar de incrementar su influencia global. El gobierno argentino, mientras tanto, ensaya un peligroso equilibrio diplomático entre los gigantes para tratar de meter un gol en el último minuto que le permita fortalecer su pre-candidatura.
El día viernes Sergio Massa denunció que economistas de la oposición se habían comunicado con funcionarios del FMI para pedir que el organismo sea inflexible con la Argentina en la renegociación del programa de Facilidades Extendidas. Según el relato del ministro, durante un zoom con autoridades del Fondo, le comentaron que los mismos pidieron (sic): “No les den nada, pídanle todo, la Argentina tiene que pasarla mal ahora, exíjanle al máximo. Esto tiene que estallar”. Incluso comentó que uno de los funcionarios presentes en la reunión virtual le dijo: “qué poco patriotas tus colegas de la oposición”. A nadie asombra y no es la primera vez que son los propios políticos opositores los que intentan dinamitar las negociaciones del gobierno con el organismo. En un tono cada vez más nestorista, Sergio Massa sostuvo que todos tienen que estar tranquilos, que la Argentina va a lograr un acuerdo con el FMI, pero que no va a ser al costo de sacrificar el objetivo de desarrollo con inclusión social. Reconoció que nuestro país tiene que cumplir con sus obligaciones, pero resaltó a la vez que también es un país soberano, por lo cual tiene que defender sus propios intereses nacionales a la hora de discutir las condiciones de cualquier acuerdo.
Finalmente, y para cerrar la semana, el jueves el ministro de Economía tuvo una buena noticia. Digamos buena entre comillas, porque tampoco es para festejar. Según el relevamiento del Indec la inflación del mes de junio fue de 6%. Decimos que es una buena noticia ya que marca el tercer mes de descenso en el crecimiento del índice general de precios, luego del 8,4% de abril y el 7,8% de mayo. Sin embargo, aún estamos duplicando las proyecciones del equipo económico para esta altura del año (recordemos que esperaban algún número que comience con 3 para el mes de abril). Pero bueno, en un 2023 con pocas buenas noticias para el gobierno, cualquier dato positivo es una pequeña caricia.