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La sangre hallada en la casa de los Sena, en un colchón y una cama se corresponde con ADN de Cecilia


Este miércoles se conocieron los resultados de una pericia realizada en el Instituto de Medicina y Ciencias Forenses de Chaco

La sangre encontrada en el piso de la casa de los integrantes de la familia Sena y en un colchón y una cama que donaron días después de la desaparición de Cecilia Strzyzowski, en Chaco, se corresponde con el ADN de la joven, según los resultados de una pericia realizada en el Instituto de Medicina y Ciencias Forenses (IMCiF) de esa provincia.

En tanto, la psicóloga de la víctima declaró que hubo un episodio de violencia de género por parte del esposo acusado y aseguró que en los conflictos de pareja estaba incluida su suegra, Marcela Acuña, informaron hoy fuentes judiciales.

De acuerdo al estudio genético realizado en el laboratorio de Biología Molecular del IMCiF, cuatro muestras levantadas del piso de la habitación de la casa, otras dos correspondientes a la parrilla de madera de la cama y otras de tres recortes de tela de un cochón coinciden en «más de un 99,99%» con el linaje materno de Cecilia.

La pericia, que fue incorporada a la causa por el Equipo Fiscal Especial (EFE) durante esta jornada, se realizó en base a un cotejo de la sangre aportada por la mamá de Cecilia, Gloria Romero, con las muestras levantadas de la casa de Emerenciano Sena y Acuña, procesados con prisión preventiva por el crimen de la joven, al igual que su hijo y pareja de la víctima, Cesar Sena.

«La probabilidad del vínculo de maternidad de Romero Gloria Carina respecto de la mujer aportante del material genético femenino hallado en porciones de cuatro (4) hisopos con muestra obtenida del piso de la habitación N° 3 con reacción quimolimuniscente al reactivo Blue Starforensic, en porciones de dos (2) hisopos con muestra obtenida de parrilla de madera de la cama y en recortes de la tela de colchón sector 1 y 2, sector 3, es superior al 99,99%», indicó la conclusión de la pericia a la que accedió Télam.

Algunas de las muestras de sangre habían sido encontradas en la casa de la calle Santa María de Oro al 1460 de Resistencia, perteneciente al clan Sena y donde, de acuerdo a la acusación fiscal, fue donde a Cecilia la asesinaron el 2 de junio pasado.

Mientras que otros rastros hemáticos fueron levantados de una cama y un colchón que tras la desaparición de la joven esa familia donó a una mujer embarazada que vive en el barrio Emerenciano de Resistencia.

Por su parte, la psicóloga que atendió a Cecilia hasta mayo pasado confirmó que la joven le contó haber sido víctima de un episodio de violencia de género por parte de su esposo César Sena, y le aseguró que en los conflictos de pareja estaba incluida su suegra, Acuña.

Tras ser relevada del secreto profesional por la madre de la víctima, la terapeuta declaró ayer ante el EFE, integrado por Jorge Cáceres Olivera, Jorge Gómez y Nelia Velázquez, que comenzó a atender a la paciente el 3 de febrero de 2023 y que luego de cuatro sesiones el tratamiento se suspendió hasta mayo, cuando tuvieron tres encuentros previos a la desaparición, el último de ellos el 30 de ese mes.

La psicóloga contó que en mayo Cecilia le dijo que quería retomar el tratamiento era porque había sucedido «algo con su suegra» y al mismo tiempo porque tenía «conflicto con su pareja», en los que «estaba incluida» la madre de éste, dijeron los voceros a Télam.

Uno de los hechos que puntualmente relató la testigo ante el EFE fue un episodio de violencia de género que Cecilia le aseguró haber sufrido por parte de su esposo, hecho que ya había sido mencionado en el expediente judicial por un testigo de identidad reservada que aportó capturas de pantalla que le envió la víctima cuando le narró ese hecho.

«Él ejerce violencia sobre ella, ella intenta bajarse de la camioneta, su pareja no la dejaba y, según lo que refirió la paciente, esta pareja la toma del cuello», relató la profesional a los fiscales, a quienes les aclaró que Cecilia dijo se trató de una «única vez».

En una sesión posterior, también reseñada por la terapeuta en su declaración, Cecilia refirió haber sacado el turno para asistir a terapia de pareja y le contó que César había comenzado a ir a un psiquiatra y se encontraba medicado.

Finalmente, sobre la última sesión que tuvieron, explicó que Cecilia le comentó que las cosas estaban «hasta ahí nomás con su pareja», que desde hacía «dos semanas lo notaba un poco raro, más bien nervioso y con ansiedad» y que sentía que César «tenía todo el control de la relación», ya que había decidido «un viaje a Ushuaia» de ambos, que «fue un ofrecimiento» de la madre de él, Acuña.

Por otra parte, la defensora oficial de Gustavo Obregón, uno de los cuatro detenidos por «encubrimiento agravado» y quien en su indagatoria señaló el lugar donde hallaron restos óseos de una persona adulta en el lecho del Río Tragadero, junto al dije con forma de cruz reconocido por Gloria, solicitó que sea trasladado «a un lugar de detención distinto y acorde a mejores condiciones humanas».

Además, «teniendo en cuenta los aportes efectuados a la investigación, la letrada pidió «protección a Obregón y a su entorno familiar».

Cecilia (28) fue vista por última vez a las 9.16 del 2 de junio último, cuando una cámara de seguridad registró su ingreso en compañía de su marido a la casa de sus suegros, situada en la calle Santa María de Oro 1460, de Resistencia.

Según la resolución de los fiscales, Cecilia fue asesinada entre las 12.13 y las 13.01 en una de las habitaciones de la casa aparentemente por estrangulamiento en momentos en que se hallaba junto a César, Emerenciano y Acuña.

De acuerdo con la acusación, su cuerpo fue luego trasladado por César Sena y un colaborador de la familia, Gustavo Obregón, envuelto en una frazada y a bordo de una camioneta hasta la chanchería propiedad de los principales imputados, donde fue calcinada.

Finalmente, se cree que sus restos fueron esparcidos en distintos sectores de ese predio, junto a una de las márgenes del Río Tragadero, donde tiempo atrás se encontraron restos de huesos humanos y el viernes pasado otros fragmentos óseos que debe determinarse aún de qué son.

Además de los tres integrantes del denominado clan Sena, por el caso permanecen con prisión preventiva Obregón y su esposa Fabiana González (ambos asistentes de los Sena) y Gustavo Melgarejo y su mujer Griselda Reinoso (caseros de la familia), quienes están acusados de encubrimiento agravado.