La información fue proporcionada por los fiscales que investigan y que este jueves hicieron una presentación ante el juez Héctor Núñez Cartelle
Una disputa entre fracciones internas de la barrabrava de Newell’s ligadas al narcotráfico y otros ilícitos explicarían, según un grupo de fiscales de la ciudad de Rosario, varios asesinatos y la balacera al supermercado del suegro del astro futbolístico Lionel Messi, utilizados como mensajes mafiosos y para amplificar su resonancia.
Así lo expusieron hoy los representantes del Ministerio Público de la Acusación (MPA) ante el juez Héctor Núñez Cartelle, durante el primer día de audiencias de un caso que tiene 13 acusados y abarca 18 hechos entre homicidios, tiroteos a una comisaría, balaceras, amenazas y cohecho, precisaron los fiscales.
El principal acusado como jefe de una organización ilícita que comanda desde la cárcel de Rawson, donde cumple una condena a 24 años por dos homicidios, es Pablo Nicolás Caminos, un joven que también está imputado en la Justicia ordinaria y procesado en el fuero federal por narcotráfico y otros asesinatos.
Según esas investigaciones, Caminos organizó desde la cárcel una célula de la conocida narcobanda «Los Monos», liderada por Ariel «Guille» Cantero, que se instaló violentamente en barrios de la zona oeste de Rosario donde gerenciaban el negocio del narcomenudeo grupos ligados al condenado a prisión perpetua, Esteban Alvarado.
Ahora los fiscales Luis Schiappa Pietra, Matías Edery y Adrián Spelta, entre otros, acusaron a Caminos junto a otras 12 personas de ser los autores de un conjunto de asesinatos y balaceras ocurridas en los últimos años.
Entre ellas se encuentra el resonante tiroteo al supermercado «Único» de Rosario, propiedad del suegro de Messi, José Roccuzzo, ocurrido a principios de marzo pasado, en el que los tiradores dejaron una nota que decía: «Messi te estamos esperando. Javkin (por el intendente de Rosario) también es narco, no te va a cuidar».
Por ese hecho, cuyos autores aún no están identificados, los fiscales acusaron como instigador a Caminos.
Schiappa Pietra explicó en la audiencia, que seguirá mañana, que ese caso y varios más – entre ellos el asesinato «al voleo» de un músico- fueron instigados desde la cárcel por Caminos para «disputar negocios ilícitos de la barrabrava de Newell’s» con otros dos presos vinculados a «Guille» Cantero, llamados Leandro «Pollo» Vinardi y Carlos Damián «Toro» Escobar, detenidos en el penal federal de Ezeiza.
El fiscal recordó que Caminos formó parte de la banda de Cantero, junto a Vinardi y Escobar, hasta que el año pasado se produjo una ruptura, cuyo motivo no aclaró.
Para Schiappa Pietra, algunos de los atentados tuvieron como objetivo «infundir temor» y provocar una «intimidación pública» mediante mensajes mafiosos.
El objetivo de Cantero, explicó en su exposición, fue disputarle a Vinardi y Escobar «negocios ilícitos» de la barra de Newell’s como «la venta ambulante en las inmediaciones del club, el estacionamiento durante los partidos y la seguridad en eventos organizados» por la institución.
El fiscal Edery explicó que al menos hasta noviembre de 2022 «Cantero, Vinardi, Escobar y Caminos» operaban «como un mismo grupo homogéneo», según las constancias de causas judiciales que los tiene como imputados por conformar una banda criminal.
Pero a fines del año pasado se produjo «una escisión interna» en la que Caminos buscó independizarse de sus antiguos socios, y que se expresó en «18 hechos de homicidios y balaceras», precisó Edery.
El fiscal explicó que eso se hizo patente en los carteles y notas que los autores de esos hechos dejaban en las escenas de los crímenes, algunos de los cuales mencionaban directamente a los destinatarios.
Un caso fue el del asesinato del músico y artesano Lorenzo «Jimmy» Altamirano, levantado «al voleo» en un auto robado el 1 de febrero pasado, y asesinato a tiros a los pocos minutos en un acceso al estadio de Newell’s.
Entre sus ropas, la víctima tenía un cartel que decía: «Vinardi, Escobar y Gómez (por Gerardo, alias «Dibu) otro referente de la barrabrava) dejen de sacar chicos del club para tirar tiros en Rosario».
El crimen «al voleo» de Altamirano es uno de los casos que se imputan en las audiencias que comenzaron hoy.
Los fiscales también expusieron que al menos tres de los carteles que aparecieron en balaceras fueron escritos por una misma persona, según las pericias caligráficas.
Y que hay coincidencia de pericias balísticas en vainas secuestradas en diferentes hechos, en los que se utilizó la misma arma.
Uno de ellos fue el tiroteo a la fachada del subcomisaría 26ta. de Villa Gobernador Gálvez, en el que se utilizó la misma pistola que en un homicidio.
Para los investigadores, lo mismo ocurrió con el arma utilizada en el atentado al supermercado de la familia política de Messi y una amenaza en un carrito de comidas.
Los fiscales también señalaron como evidencia de los crímenes que le endilgaron a Caminos y su banda, una serie de escuchas telefónicas y la información recuperada el teléfono de una mujer, identificada como Antonella Fernández, alias «La gorda Anto», pareja de un preso llamado Carlos Alberto Olguín.
Y añadieron que ambos son organizadores de la asociación ilícita liderada por Caminos.