El precandidato por el frente Juntos Avancemos habló con CLG sobre sus propuestas de cara a las Paso, su visión de "una sola Rosario" y las problemáticas que deberá enfrentar el próximo intendente
A menos de un mes de las elecciones Primarias en la provincia de Santa Fe, Roberto Sukerman, precandidato a Intendente de Rosario por «Vamos Rosario», dentro del frente Juntos Avancemos, comenzó explicando ante CLG por qué hay que votar por su lista: «Soy nacido y criado en Rosario, es la ciudad donde vivo, donde estudié, donde trabajé y donde milité, hice política, cumplí funciones públicas, vivo con mi familia y es obviamente la ciudad que amo y que tanto me duele ver la realidad que está viviendo.»
Con un fuerte arraigo hacia Rosario, Sukerman consideró que asumir responsabilidades públicas y buscar el cambio es “una obligación”. Según sus palabras, su motivación para postularse como candidato a intendente surge de su convicción de que “es necesario hacerse cargo de los problemas de la ciudad y trabajar para mejorar la calidad de vida de sus habitantes”. En este sentido, Sukerman afirmó: «Entonces si uno tiene responsabilidad pública tengo que hacerme cargo de los problemas de la ciudad, que lamentablemente hoy el intendente Javkin no se hace cargo».
«Hay que cambiar mucho, porque Rosario viene desde hace tiempo perdiendo fuerza», afirmó el precandidato y lamentó la pérdida de actividad productiva en la ciudad: «Rosario hace 20 años que empezó a expulsar industrias, si se fueron implica perder grandes contribuyentes». Esta situación afecta directamente a las arcas municipales y al empleo de calidad: «Implica perder mucha plata en la recaudación de esas empresas que le pagaban a la municipalidad del DREI, por ejemplo, y además implica perder miles de puestos de trabajo de registrado, trabajo con derechos».
El referente peronista expresó su preocupación por las consecuencias de estas políticas en la calidad de vida de los ciudadanos: «Eso ha sido muy nocivo porque la gente después termina precarizada, con changas, sin un trabajo regular, formal, y eso implica peores ingresos, peores derechos, mala calidad de vida». En su opinión, la situación actual de la ciudad “no es casualidad”, sino “resultado de políticas implementadas a lo largo de los años”.
Sukerman también resaltó la falta de políticas barriales: «Los barrios están abandonados en cada uno de los servicios que brinda la municipalidad». Apuntó la falta de atención a las organizaciones de la periferia, la ausencia de jardines maternales, la falta de trabajo con los clubes, vecinales, iglesias y otras instituciones locales. Además, señaló “la falta de mantenimiento y mejora de los barrios en términos de limpieza, iluminación, infraestructura y servicios esenciales como agua potable, cloacas y pavimentación”.
“Esta desigualdad hace difícil reducir la violencia, combatir las mafias y el narcotráfico en la ciudad”, aseguró el ex concejal.
En cuanto al sistema de salud pública, el precandidato manifestó su preocupación por la falta de respuestas adecuadas a problemas de salud mental, adicciones y consumos problemáticos: «Hoy ya la salud pública no da respuestas como daba antes».
Sukerman destacó las diferencias de visión entre él y el actual intendente Javkin, reafirmando que este último no se hace cargo de los principales problemas de la ciudad.
Para el candidato peronista es fundamental considerar a Rosario como “una sola». Él explica que cuando hablan de invertir en los barrios, no significa que se estén olvidando del centro: no es que queremos dejar el centro en la nada. Queremos que todos vivamos en una ciudad en paz, más igualitaria».
Para Sukerman, la igualdad de oportunidades es clave: «No puede ser que toda la infraestructura se concentre en el centro y los barrios queden en el olvido».
En cuanto a la administración municipal que está por terminar, Sukerman no dudó y reclamó: «En estos cuatro años, tanto la gente del centro como la de otros lugares de la ciudad la está pasando mal. La municipalidad ha tenido la peor gestión de la historia». Sin embargo, aseguró que no van a caer en la misma trampa: «No vamos a hacer lo contrario de lo que hicieron ellos, que solo se preocupaban por el centro. Vamos a trabajar por toda la ciudad, pero necesitamos invertir más en los barrios para lograr una paz social duradera».
Transporte Urbano, en crisis
«¡Está detonado!», exclamó Sukerman con convicción al abordar el tema del transporte público en Rosario. Remontándose a años atrás, recordó su posición en contra del sistema actual: «En el 2018 yo era concejal y el intendente también, y él votó a favor de este sistema de transporte y yo voté en contra, porque yo sabía que iba a fracasar y lamentablemente el tiempo me dio la razón».
El precandidato expresó su preocupación por la falta de respuesta del transporte a las necesidades de los habitantes, especialmente aquellos que viven en las zonas más alejadas del centro: «En los barrios realmente es un problemón».
Sukerman destacó dos aspectos clave para abordar la situación: los subsidios y la calidad del servicio.
En cuanto a los subsidios, planteó la necesidad de una lucha conjunta entre las ciudades del país para obtener una distribución más equitativa: «Tenemos que unirnos los distintos intendentes, intendentas, y pelear por más subsidios». Según planteó, existe una desigualdad en los subsidios recibidos por Rosario en comparación con el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), lo cual afecta directamente el precio del boleto en la ciudad.
En cuanto a la calidad del servicio, Sukerman remarcó el grave estado de mantenimiento que tienen los colectivos en la actualidad: «La mala calidad del servicio es una responsabilidad exclusiva del intendente municipal, que bueno, lamentablemente ha avalado este sistema y claramente hay que cambiarlo rápidamente».
¿Uber sí, Uber no? ¿Y los taxis?
Con una firme postura, Sukerman abordó el debate sobre la legalización de la app Uber en Rosario: «Uber no, porque precariza a los trabajadores y porque es una competencia absolutamente desigual con el resto del servicio público».
El precandidato resaltó la importancia de un servicio público regulado, como el de los taxis y los remises, que cumplen con controles, inspecciones y pagan impuestos al Estado. En contraste, consideró que Uber opera en la ilegalidad y desequilibra la competencia en detrimento de los trabajadores regulados.
Además, enfatizó que actualmente Uber está prohibido en Rosario, y si bien reconoció la posibilidad de que el Concejo Municipal debata sobre el tema, dejó en claro que mientras no exista una regulación, la prohibición debe cumplirse: «Si está prohibido, no pueden circular».
No obstante, el precandidato reconoció las preocupaciones de la población respecto al servicio actual de taxis y remises: «Nosotros tenemos que trabajar para que el servicio de taxis y remises esté a la altura de la ciudad y que los ciudadanos tengan la disponibilidad de poder utilizarlo cuando lo necesitan».
Sukerman, por otro lado, aclaró que su postura en contra de Uber no implica conformarse con un servicio de taxi “deficiente”, y consideró que ambas problemáticas pueden y deben ser abordadas por separado: «Que nosotros tengamos una posición sobre que Uber ha sido muy nefasto en todo el mundo y que eso no es lo que queremos para el ciudadano, no significa que tengamos que conformarnos con un servicio de taxis o de remises malo».
¿Qué pasa con la noche?
Sukerman fue contundente al decir: «La municipalidad ha generado las condiciones para que no podamos ni siquiera divertirnos de noche». Además, esgrimió lo necesario de «generar una compatibilidad entre los que quieren divertirse y los que quieren descansar». Para él, es importante encontrar un equilibrio donde «la gente tenga derecho a descansar» y, al mismo tiempo, «derecho claramente a divertirse».
En esta misma idea, critica la estrategia de la municipalidad, argumentando que ha establecido compartimentos estancos en la ciudad, donde las actividades están separadas y no se permite realizar más de una cosa a la vez. «Si comés, no bailás; si bailás, no cantás», comentó el precandidato.
En cuanto a la seguridad en los espacios de entretenimiento, Sukerman sostiene que se deben priorizar las condiciones de seguridad y los controles necesarios para evitar tragedias. Según él, «hace tiempo atrás hemos tenido que lamentar víctimas, producto de la falta de controles y seguridad en los lugares».
Por lo tanto, es fundamental poner énfasis en la seguridad de las personas que asisten a eventos y establecimientos nocturnos, garantizando condiciones de adecuadas y evitando el desbordamiento de aforo. En ese sentido, el candidato peronista considera que se puede lograr un equilibrio y evitar conflictos, siempre y cuando se trabaje “con diálogo y consenso”.