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Historias de clubes: Defensores de Italia, el espacio inclusivo de barrio Belgrano


La Asociación Civil ubicada en México y Pampa brinda contención a cerca de 100 chicos que además socializan mediante el baby fútbol

Es mucho más que un punto de encuentro. Conjuga el presente perfecto en torno a la inclusión y socialización. La Asociación Civil Defensores de Italia alberga a casi cien chicos a diario mediante la práctica del baby fútbol. Emplazado en México y Pampa, este club nació a principios de los años 90, pero recién cobró identidad propia en 2020. Para la barriada de Belgrano es sinónimo de orgullo porque no deja de congregar a los pibes del barrio y alrededores.

“Antes se llamaba Nueva Italia Oeste. Según cuentan los vecinos de la época, fue fundado un 3 de junio de 1992 por descendientes italianos y, como estamos en zona oeste, le pusieron ese nombre”, describió el actual presidente Santos Ortigoza.

El directivo de la humilde y pujante institución contó: “Tuvimos que cambiarle el nombre porque nos informaron desde Santa Fe que ya había otro club que se llamaba así. Por suerte, y luego de mucho trabajo pudimos obtener en 2020 la Personería Jurídica mediante el asesoramiento que nos dieron desde la Dirección de Clubes de la Secretaría de Deporte y Turismo de la Municipalidad”.

Ortigoza también confesó que “esto antes era un campito, un potrero donde se armaban siempre campeonatos de fútbol. Todos conocían este lugar como El Fortín”.

El espacio, que está pegado al policlínico municipal San Martín, cuenta con una cancha para la práctica del baby fútbol para las nueve categorías. Tiene además un vestuario “donde los dos equipos lo comparten los días de partidos” y un buffet. Mientras que en otro sector del predio están los baños.

Los chicos despuntan las prácticas de fútbol de lunes a viernes. Mientras que los fines de semanas compiten en la Liga Nafir. Otro punto a destacar es que “acá no se cobra cuota societaria”.

Según explicó Ortigoza, “a los jugadores les pedimos 300 pesos los días de partido que lo guardamos para poder hacer la fiesta de fin de año y entregarle a cada chico su merecido trofeo. Todo es a pulmón. Mientras, con la venta de entradas cuando hay jornadas pagamos a la Liga”.

La máxima autoridad dijo que “a este espacio, según comentaron en su momento, lo cedió un cura para que se armara fútbol infantil para los chicos. Así arrancó todo, y acá seguimos, firmes para ayudar a los chicos y brindarle contención mientras aprenden jugando a la pelota”.

La casa del presidente

“Vengo al club desde 1998. En esa época traía a mi hijo a practicar. Ahora tengo a mi nietito jugando acá. Nunca pensé en ser directivo. Se fue dando solo”, deslizó Santos Ortigoza.

Y agregó: “Siempre me gustó el club. Empecé de a poco a dar una mano y así fueron pasando los años sin darme cuenta. Me gusta este lugar. Lo siento mi casa, es mi casa en realidad”.

Santos amplió que “algunos profes jugaron acá de chicos y ahora enseñan a los pibes. Muchos vuelven porque se sienten identificados con este Nueva Italia, pese a que oficialmente se llama Defensores de Italia”.

“No sólo tenemos chicos de barrio Belgrano, también de la zona del Mercado, Ludueña y alrededores. Recibimos a todos. La idea e intención es que cada uno que viene la pase bien”, narró el dirigente, quien además no tuvo empacho en afirmar que “hacemos todo a pulmón entre los miembros de la comisión directiva”.

De hecho, mientras los chicos entrenaban, fuera de la canchita estaba Mario Gramajo, quien es vicepresidente y profe de una categoría. “Estoy hace más de diez años acá. Me metí en el club porque me gusta. No soy de la zona, ya que vivo en Seguí y Ricchieri, pero me gusta aportar y ayudar a Defensores de Italia”, sostuvo.

“Me llamo Goby, soy de Empalme Graneros y ayudo al técnico Ortigoza en una categoría. Acá nos conocemos todos y tratamos de que a los pibes no les falte nada”, abundó.

Mientras que en otro sector, estaba “Pato, y soy de este barrio. Colaboro desde otro lugar junto a un grupo de compañeros. Tenemos una especie de comedor y damos la copa de leche a casi 40 chicos. Tratamos de aportar algo para los chicos. Acá damos batucada y la comisión directiva nos cede las instalaciones. Vemos que ellos dignifican a los chicos. Le dan un lugar a todos”.

Proyectos en carpeta

La Asociación Civil Defensores de Italia tiene proyectos. Sueños. “Al contar con una sola cancha queremos que esté en condiciones como merecen los chicos. Nos faltarían un par de camiones de tierra para nivelar el piso y poder jugar tras las lluvias porque se hace una laguna en el mediocampo”, dijo Ortigoza.

“También deseamos cerrar la parte perimetral y nos falta una red de contención para evitar que la pelota caiga en casas de vecinos. También hay que arreglar los baños, los de damas esencialmente”, puntualizó el presidente.

El directivo, de profesión electricista, también explicó que «se está construyendo un saloncito, que será de uso múltiples. La idea es que además de usarlo como vestuario (hay un solo para los dos equipos) se pueda utilizar para celebrar algún un cumple de los chicos. Ya levantamos la pared e hicimos el contrapiso. Nos falta el techo y luego revocarlo”.

“Otro objetivo es seguir sumando más luces. Poco a poco iremos mejorando las instalaciones. Incluso queremos hacer un parrillero y unas mesas, así la familia puede quedarse a comer”, abundó antes de dejar en claro que “lo primordial es darle contención a los chicos”.