Política y Economía

Rossi vaticina «un cambio de ciclo económico», ratifica su precandidatura y ve al FdT en el balotaje


El jefe de Gabinete describió el panorama político como "un escenario de tercios, como dijo Cristina, aunque los tercios no sean exactamente iguales"

Por Martín Piqué – Télam

El jefe de Gabinete, Agustín Rossi, vaticinó que a fines de año «comenzará a cambiar el ciclo económico» porque el país ya no será afectado por las consecuencias de la sequía y la guerra, destacó la reciente reapertura de la Fábrica Militar de Pólvora y Explosivos de Azul (Fanazul) como una muestra «del valor de la palabra» de la coalición oficialista y aseguró que el peronismo «tiene garantizado un lugar en la segunda vuelta».

En una entrevista a Télam, el dirigente santafesino ratificó su precandidatura presidencial y describió el panorama político como «un escenario de tercios, como dijo Cristina, aunque los tercios no sean exactamente iguales».

En materia económica, valoró la recomposición de divisas de las últimas semanas y negó que sea necesaria una «devaluación brusca», como proponen -criticó- «los distintos candidatos de la oposición».

Además, reivindicó la prioridad que la gestión del Frente de Todos le dio en su política exterior al reclamo por la soberanía de Malvinas: lo consideró una continuidad de decisiones tomadas durante el período kirchnerista, entre 2003 y 2015.

«El reclamo sobre la soberanía en Malvinas tiene jerarquía constitucional desde el año ’94»,subrayó en relación al Día por la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y espacio marítimo circundante, que se conmemora hoy con motivo de la creación de la comandancia política y militar en las islas, en 1829.

Rossi, que fue ministro de Defensa en los primeros 20 meses del mandato de Alberto Fernández, planteó que la reapertura de Fanazul refleja «la existencia de dos modelos», por un lado «el gobierno macrista, que en 2017 decidió cerrar la operatividad de empresa y despidió a más de 200 trabajadores», y por otro la gestión del FdT, que «prometió reabrirla y cumplió».

«Poco antes de ese cierre, Marcos Peña había ido a Azul a una visita institucional y había tenido contacto con periodistas, quienes le habían preguntado porque se corría el rumor de que iban a cerrar Fanazul: él desmintió taxativamente que eso estuviese en los planes del Gobierno. Pero poco después se termina cerrando», cuestionó el jefe de Gabinete.

Y siguió: «Yo fui en 2018 a Azul, porque habían hecho un acampe al lado de la iglesia. Se habían quedado sin ingresos. Y les dije que si volvíamos al Gobierno íbamos a hacer todo lo necesario para reabrirla. Desde el día 1 en que asumí dije que era uno de los objetivos. Esa misma tarea y con el mismo énfasis la siguió adelante Jorge Taiana. Ayer hicimos la inauguración formal y se reincorporaron gran parte de esos trabajadores».

En otro tramo de la entrevista, Rossi reconoció «la muy buena tarea» del titular del Palacio de Hacienda, Sergio Massa, cuya labor y la de su equipo de colaboradores -ponderó- permitieron enfrentar el problema del «faltante de divisas», que atribuyó a la sequía «que nos quitó US$ 20.000 millones» y a «los costos de importación de energía».

A la hora de las definiciones electorales, Rossi dijo que aún no está definido cuál será el nombre de la alianza que el 14 de junio próximo inscribirán el peronismo y sus aliados, aunque dijo que él mantendría la denominación Frente de Todos.

«Si me preguntan a mí, no veo por qué cambiarlo. Pero hay otros que piensan que habría que cambiarlo para generar nuevas expectativas. Bueno, será una definición de las tantas que tenga que tomar nuestro compañero de Formosa, Gildo Insfrán, que es en quien el congreso partidario del PJ delegó las facultades para la construcción del frente», sostuvo.

Al referirse a su propia figura, reiteró que se postulará como precandidato a la Presidencia para competir en las primarias, una tarea en la que ya está trabajando y que por estos días comparte con la preparación de su informe de gestión en la Cámara de Diputados, previsto para el próximo martes.

—Hoy se cumple un nuevo aniversario de la creación de la comandancia política y militar de las islas Malvinas. ¿Qué implica esta cuestión para el Gobierno del Frente de Todos?

—El reclamo sobre Malvinas tiene jerarquía constitucional desde 1994. Desde entonces tiene que estar en los puntos más altos de la política internacional argentina. En el último Gobierno de Cristina se había creado dentro de la Cancillería una secretaría relacionada directamente con la cuestión Malvinas y Atlántico Sur. Esa secretaría desapareció durante los cuatro años de gestión macrista y volvió a ser instalada en esta gestión. Por otro lado, creo que también es importante encuadrar la cuestión en términos geopolíticos: Malvinas representa un enclave geopolítico estratégico. No solo por los hidrocarburos y la pesca, sino también por su ubicación geográfica: con su mirada hacia el estrecho de Magallanes y la Antártida.

—Ya que hablamos de geopolítica, un sector de la oposición pidió informes sobre el acuerdo entre la gobernación de Tierra del Fuego con una empresa china para la construcción de un puerto y una planta química. ¿Qué opina de ese pronunciamiento?

—La primera reflexión que uno hace es que si en lugar de una planta química o del puerto de una empresa de la República Popular China se tratara de una empresa británica, francesa, alemana o norteamericana, ¿hubiese generado el debate que generó? La segunda cuestión es que se trata de una facultad propia de la provincia. En todo caso, después la habilitación portuaria es una habilitación que tiene que pasar por el Gobierno nacional y, en el ámbito de los puertos, por el Ministerio de Transporte. Los puertos y las obras que se hacen al interior de cada una de las provincias son facultades propias de cada una de las provincias. Además, en este país ya existen empresas chinas que tienen puertos, puertos cerealeros. Cofco, de capitales chinos, compró casi la totalidad de Nidera Argentina y tiene puerto cerealero.

—Usted estuvo el viernes en la reapertura de la fábrica Fanazul. ¿Qué significó?

—Desde el día 1 en que asumí, al interventor y ahora actual presidente de Fabricaciones Militares (Iván Durigón) le dije que uno de los objetivos era reabrir Fanazul. Se tiene un plan de negocios que, junto con la Fábrica militar de Villa María, apunta a fabricar explosivos para la industria minera. Tienen acordada una orden de compra para los próximos años de empresas peruanas. O sea que están exportando, y ayer hicimos la inauguración formal, se reincorporaron gran parte de esos trabajadores. Y en la medida en que aumente el volumen del trabajo, se reincorporará al resto. Nosotros, en 2018, fuimos antes de llegar al Gobierno y dijimos que íbamos a reabrirla, y la reabrimos. El viernes, uno de los trabajadores me abrazaba y me decía: ‘al final cumpliste’. No debe haber mayor reconocimiento para alguien que gestiona.

—¿Cómo ve la actualidad económica del país a dos meses de las Paso?

—Nosotros hoy tenemos un problema básico, el faltante de divisas. La sequía nos quitó US$ 20.000 millones, y ya veníamos con una situación de divisas restringidas, producto de los efectos de la guerra que generaron un aumento en los costos de importación de energía. Entonces, todos los esfuerzos que está haciendo el ministro (de Economía, Sergio Massa) desde que asumió, y ahora con medidas creativas como el dólar soja, nos han permitido recomponer bastantes divisas en las últimas dos semanas. Como la activación del swap (acuerdo de monedas) y poder pagar importaciones de China en yuanes. Lo mismo estamos tratando de gestionar y poder hacer con Brasil, para que las importaciones que hagan las empresas argentinas las paguen directamente en reales. Cuando uno está en una situación de que necesitás permanentemente fortalecer tus reservas, lo que se genera -y es lo que se empezó a generar este año- es que empiezan las expectativas devaluatorias. Muchos de los precios se acomodan a esas expectativas, y después es muy difícil logran que bajen. Todo lo que ha hecho el Gobierno durante este tiempo es evitar esa devaluación, lo que no evita sin embargo las expectativas devaluatorias. Sin embargo, es un hecho que este ciclo, esta situación, va a terminar no dentro de diez años sino a fines de este año. Y junto al cambio de ciclo económico vamos a empezar a recomponer divisas fuertemente: de noviembre a diciembre empieza la cosecha fina, posteriormente ya no vamos a tener los efectos de la seguía ni de la guerra. Eso nos va a permitir tener una balanza comercial favorable, tener una política más estricta sobre el tipo de cambio, bajar la inflación y recuperar el poder adquisitivo del salario.

—Los principales candidatos de la oposición proponen una política de shock, de ajuste y devaluación brusca. ¿Esa es la salida?

—Es mentira que los próximos años vayan a ser muy difíciles para los argentinos. No va a ser necesario hacer una devaluación brusca. Lo que yo escucho de los tres precandidatos opositores de la derecha es la necesidad de una devaluación brusca. Pero eso generaría más pobreza, más indigencia y más inflación.

—¿Por qué cree que Larreta intenta sumar al cordobés Schiaretti a Juntos por el Cambio, incluso pese a la resistencia de Patricia Bullrich y Macri? ¿A qué se deben estos movimientos?

—Yo tengo una valoración más política que incluye también al Frente de Todos. El escenario político, como dijo Cristina, es un escenario de tercios, aunque quizás los tercios no sean exactamente iguales. Pero sí es un escenario de tercios. En ese marco, el espacio político que tiene garantizado un lugar en la segunda vuelta somos nosotros, el peronismo. ¿Por qué? Porque el peronismo, nunca, en ninguna elección, estuvo en menos de 31 o 32 puntos, ni siquiera en momentos tan difíciles como en 2009, cuando veníamos de la resolución 125. Y pasada la PASO vamos a tener muchísima potencialidad. Cuando el Gobierno nacional, los gobernadores, el movimiento obrero, los movimientos sociales, nuestra militancia, estén trabajando todos en un mismo sentido.

—Si hay Paso, ¿usted será precandidato a la Presidencia?

—Yo tomé la decisión de anunciar mi precandidatura porque veía un escenario que iba claramente hacia las PASO y porque el Presidente se bajó de la reelección. Me tomé casi tres semanas y media para analizarla, y lo analicé con muchos compañeros y dirigentes a lo largo y ancho del país. Tengo muchas expectativas porque veo que la candidatura va creciendo, va generando cada vez mayor cantidad de expectativas, así que trabajo fundamentalmente para eso.