La defensa del conductor apeló la sentencia, pero si queda firme terminaría yendo a prisión
Daniel “La Tota” Santillán fue condenado a 5 años y 6 meses de prisión en la causa por violencia de género contra su expareja. El fiscal Oscar Ciruzzi, titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº7, había pedido la pena de cuatro años y medio de prisión por haber ejercido violencia de género y amenazas a su ex mujer, a su ex suegro y su ex empleada doméstica.
Ricardo Daniel Carías, tal es su verdadero nombre, no irá a prisión hasta que la condena no quede firme. Según pudo saber Noticias Argentinas, la defensa, liderada por el abogado Juan Pablo Merlo apeló la sentencia, por lo cual la Cámara de Apelaciones deberá ratificar el fallo para que vaya preso, ya que por tratarse de una pena superior a los tres años resulta de cumplimiento efectivo.
Tras conocerse el fallo, el conductor habló en Desayuno Americano y se armó un debate con el abogado que pidió que no le hagan reconocer que fue violento porque van a apelar el fallo y eso lo puede perjudicar. Además, destacó que recién dentro de 20 días se escucharán los fundamentos que determinaron la sentencia.
“No veo a mis hijas desde el 2019. Las veo por videollamadas. Me arrepiento de las discusiones que tuve, de la separación que cuando te separás es discutiendo. Me arrepiento del exceso que tuve de poner las fotos de mis hijas y mi ex suegro reclamando ver a mis hijas. Yo nunca amenacé de muerte a nadie. No hubo violencia de género, nunca le puse una tijera en el ojo a mi mujer. Si yo me ponía violento era en una discusión, si le he gritado. Y muchas veces”, dijo Santillán.
Si el fallo se ratifica, el conductor quedaría preso por los delitos de amenazas agravadas por el uso de armas, privación ilegítima de la libertad agravada por ser cónyuge y lesiones leves agravadas por haberse cometido en el marco de la pareja y por mediar violencia de género.
Al momento de solicitar la pena de 4 años y 6 meses de prisión, el fiscal tuvo en cuenta la reiteración de hechos cometidos por Carias y los daños causados. “Actuó siempre con pleno conocimiento y voluntad”, resaltó, y destacó la relevancia de abordar el caso con perspectiva de género, tal como lo exige la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida como Convención de Belém do Pará.
El fiscal relacionó la situación vivida por la expareja de Carias con dos secuencias en las cuales fueron víctimas, por un lado, una exempleada de la mujer y, por el otro, su padre. Con respecto a la primera, entre junio y agosto de 2016, consideró probado que el imputado le profirió una serie de amenazas a la mujer que se desempeñaba como empleada doméstica del lugar donde vivía su exmujer.
De acuerdo a la acusación, durante el verano de 2013 el acusado y su pareja se encontraban en Mar del Plata a bordo de un auto manejado por Carias, quien en un momento aceleró a toda marcha mientras decía: “Te voy a matar en el acantilado y nadie te va a encontrar”.
Indicó que Carias la llamó en reiteradas ocasiones y le dijo que, si volvía a trabajar con su ex, “la mataría”. Además, publicó en redes sociales una serie de mensajes donde la acusaba de “ladrona” y la señalaba como la responsable de su separación de pareja. A esa serie de publicaciones le siguieron llamados a la víctima, donde le decían que “sabían todo de ella y de sus padres” y que la iban a matar.