El líder histórico de la extrema derecha francesa, Jean-Marie Le Pen, será juzgado este miércoles por provocación al odio tras una serie de comentarios homofóbicos, incluido uno contra un policía gay fallecido en un atentado en París el año pasado.
El patriarca del clan Le Pen, de 90 años, que fundó el Frente Nacional, recientemente rebautizado como Agrupación Nacional, tiene múltiples condenas por comentarios xenófobos y antisemitas.
Esta vez tendrá que rendir cuentas por tres declaraciones consideradas homofóbicas.
Sin embargo, es poco probable que el padre de Marine Le Pen acuda al tribunal, ya que según sus allegados se encuentra «hospitalizado» desde el 25 de septiembre por una «fiebre persistente». Aunque su vida «no está en peligro», actualmente está en «observación», señalaron estas fuentes.
Su juicio ya ha sido aplazado en dos ocasiones, la primera vez debido a que su abogado no estaba disponible y la segunda por problemas de salud.
En 2017, el ultraderechista estimó que la pareja del policía Xavier Jugelé, muerto en un atentado yihadista en los Campos Elíseos, no debería haber hablado tan libremente de su amor en una ceremonia conmemorativa nacional.
«Creo que esa detalle familiar debería haberse mantenido alejada de ese tipo de ceremonia», escribió el eurodiputado en su blog.
Será también juzgado por sus declaraciones de diciembre de 2016, cuando afirmó que «los homosexuales son como la sal en la sopa: si no hay suficiente está un poco soso; si hay demasiado, es incomestible». Unos meses antes, había hecho una amalgama entre la homosexualidad y la pedofilia.
Pese a estas salidas de tono, el abogado de Le Pen dijo a la AFP en febrero pasado que su cliente «no tiene nada en contra de los homoxesuales» pero «reivindica su derecho a expresar su opinión».
Jean-Marie Le Pen fue expulsado del partido ultraderechista por su propia hija en 2015.
Marine Le Pen, que lucha desde hace varios años para limpiar la reputación del movimiento, considerado como antisemita y racista, sancionó a su padre después de que éste dijera que las cámaras de gas nazis eran un mero «detalle» de la historia.
Jean-Marie Le Pen, cinco veces candidato presidencial, entregó el control del partido a su hija en 2011.