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Últimas lluvias dejan atrás la sequía y permiten pensar en la próxima cosecha: el trigo tendría un mejor rinde


Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario destacó el nivel de precipitaciones que cayó sobre todo en la zona núcleo del país

Por Carlos Joseph – Télam

Las lluvias de los últimos días, que dejaron entre 100 y 200 milímetros de agua caída sobre la región núcleo, permiten confiar en dejar atrás la sequía y pensar en la próxima cosecha, coincidieron especialistas.

«Por fin buenas noticias, las lluvias de estos días en la región núcleo podrían cambiar el escenario del trigo», que hasta la semana pasada se presentaba como «el más seco de los últimos 15 años», dijo Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

En ese sentido, el sitio especializado Meteored consignó que el evento de lluvias «más importante en mucho tiempo está dejando valores de 100 a 200 milímetros en la castigada región núcleo, que se esperanza con dejar atrás definitivamente a la histórica sequía».

Una gran parte de este evento, resaltó el trabajo, «logrará revertir en buena medida el estado deficitario de humedad en los suelos de cara al inicio del periodo más seco del año».

Según Russo, «en el otoño pensábamos que podía revertirse la sequía feroz que se viene arrastrando desde el verano, pero abril dejó nada más que 30% del agua que estábamos esperando y ahí de vuelta aparecieron los temores y, contra toda esperanza, era muy difícil esperar esto a finales de mayo».

Sin embargo, aclaró, el evento de los últimos días «puede cambiar el escenario triguero no solamente de la región núcleo, sino de buena parte de la región pampeana».

Hasta la semana pasada, consignó el trabajo de la BCR, las intenciones de siembra de trigo mostraban una caída de 50% con respecto a la del año pasado.

En trigo, recordó la entidad, lo mínimo requerido para sembrar es 60% de agua útil en el suelo; y los técnicos recomendaban que al menos se dispusiese de 50%.

Con las lluvias de esta semana podría alcanzarse ese mínimo en tres cuartas partes de la región núcleo, destacó el informe.

En su documento, la BCR planteó que mayo puede despedirse con lluvias que alcanzarán «a cubrir el 60 al 70% de la región pampeana (Buenos Aires, sur y centro de Santa Fe) e incluso hay posibilidades de que las lluvias alcancen al sur y centro de Córdoba».

Por otro lado, en el norte y centro de Buenos Aires, también se podría revertir el escenario de sequía; y, al igual que en la región núcleo, se alcanzarán condiciones adecuadas de siembra de trigo; esto permitiría proyectar una siembra récord, con casi dos millones de hectáreas como intención para el ciclo 2023/24.

Según recordó Meteored, el cese del fenómeno de La Niña en los últimos meses dio paso a una neutralidad que deja de mantener condicionada a la atmósfera a comportarse de tal manera sobre determinada región.

Así, la variabilidad del sistema atmosférico se vuelve más azarosa y lo que hasta poco era una norma (por ejemplo, la sequía en la Argentina) ahora empieza a dejar de serlo.

Esto es lo que se viene notando claramente en las últimas semanas, con un aumento en la frecuencia de eventos de precipitación sobre el centro y norte del país.

El Niño aún no se ha formado y, cuando lo haga, tomará tiempo para que pueda influir en circulación regional promoviendo más lluvias en el país, aclaró Meteored.

Por eso, estos recientes eventos no deben ser justificados con el probable desarrollo de El Niño en un futuro cercano, sino más bien con lo azaroso que caracteriza a una atmósfera no condicionada en el actual estado neutral del fenómeno denominado ENSO (El Niño Oscilación del Sur).

La salida de La Niña, la transición y la llegada de El Niño generan preocupación sobre el impacto que tendría en los cultivos, en particular tras un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que puso en alerta a diferentes regiones por la llegada de excesos hídricos.

Al respecto, la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) señaló que las inundaciones no serían una posibilidad, consignó el sitio Agrofy.

En este sentido, la ORA explicó que «si bien Argentina es uno de los países con riesgo aumentado de inundaciones durante eventos El Niño, no se halla dentro de las regiones de especial preocupación por el impacto de este fenómeno sobre la producción de alimentos».

El documentó que presentó la FAO nombró a la Argentina en el anexo del informe, que detalla a los países con riesgo de excesos durante eventos de El Niño, en el que aclaró que la región sur de Sudamérica no se halla entre las áreas de especial preocupación.

Al mismo tiempo, detalló que por las condiciones climáticas más secas que el promedio, podrían verse afectadas las producciones de América Central, las áreas del sur del Lejano Oriente de Asia, el sur de África y el norte de América del Sur.

«En cuanto a las condiciones más húmedas que las normales, el único sector de Argentina que puede identificarse en el mapa es la provincia de Entre Ríos», explicó la ORA.

Por otra parte, aclaró que las campañas bajo condiciones El Niño determinaron, en general, rendimientos con una tendencia para cultivos tan extendidos como el maíz. También es cierto que algunas áreas sufrieron eventualmente excesos hídricos importantes.

«El único caso que presentó resultados muy inferiores a la tendencia es el que corresponde a la campaña 1986/1987», concluyó la ORA.