Existe una resolución judicial a favor de la Federación provincial, pero la entidad nacional sigue negándose
La Cámara de Diputados aprobó recientemente una iniciativa en pos de que la Confederación Argentina de Básquetbol (CAB) acepte nuevamente a La Federación Santafesina de Básquetbol como afiliada.
La pronunciación de la cámara baja de la legislatura fue mediante un proyecto del diputado Gabriel Real del Partido Demócrata Progresista (PDP) que taxativamente detalla: Se solicita al Poder Ejecutivo que, por intermedio de la Secretaría de Deportes o del organismo correspondiente, arbitre los medios para que acepte la Resolución Nº 000325 del 24/4/2023 de la Inspección General de Justicia (IGJ), firmada por el Dr. Ricardo Nissen, en la que se resolvió que la Federación Santafesina debe ser reincorporada de inmediato como afiliada de la CAB.
“El proyecto nace por un reclamo puntual que nos hacen llegar distintos actores vinculados a la práctica de este deporte y estamos convencidos en apoyar la inquietud desde la ética que se debe tener para acatar las resoluciones de las instituciones”, expresó el legislador del PDP.
HISTORIA SOBRE LA EXPULSIÓN DE LA FEDERACIÓN SANTAFESINA DE LA CAB
Dos años atrás, la CAB tomó denuncias de la Asociación Rosarina, la última hablando de irregularidades en el llamado a asamblea para las nuevas elecciones federativas, y así decidió el nombramiento de un interventor electoral, con determinadas facultades, potestad que no existía en el estatuto vigente de la Confederación.
La Federación de nuestra provincia rechazó al interventor por improcedente, pero de buena voluntad aceptó un veedor. La IGJ avaló la conducta de la Federación, rechazando las impugnaciones y confirmó las elecciones.
Ante ese revés, la CAB duplicó la apuesta y, dos días antes de las elecciones, expulsó a Santa Fe “por las irregularidades de los últimos cuatro años y por no aceptar un interventor electoral”, como consignó parte del comunicado oficial de la entidad madre. De todas formas, los comicios se llevaron a cabo con el aval de la IGJ y tuvieron como ganador a Monti por 19 votos a 0.
“Indudablemente no hay motivos para mantener esta expulsión, más que diferencias políticas y un evidente encono personal. Empecemos por acatar las resoluciones, busquemos puntos de encuentro y aprendamos a ceder cuando los procesos de negociación así lo determinan. Primero las instituciones, los egos personales no conducen a nada”, concluyó Gabriel Real.