Los nuevos emplazamientos facilitan el procesamiento y análisis de muestras en los mismos lugares en que son recogidas y, también, la instalación de equipos de investigadores en lugares en los que hasta ahora montaban campamentos permitiendo extender sus estadías y ampliar sus capacidades de monitor
(Por Julio Mosle. Corresponsalía itinerante Sector Antártico Argentino)
Tres nuevos laboratorios multidisciplinarios destinados a las bases Esperanza, Orcadas y San Martín, junto a dos refugios científicos en las islas Vega y Cerro Nevado, forman parte de la primera etapa del programa de infraestructuras impulsado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, que busca potenciar las investigaciones en la Antártida argentina.
Esos cinco edificios serán completados durante la actual campaña antártica, mientras que el verano próximo se espera la construcción de laboratorios similares en la base Marambio y en la Isla de los Estados.
Esos nuevos emplazamientos facilitan el procesamiento y análisis de muestras en los mismos lugares en que son recogidas y, también, la instalación de equipos de investigadores en lugares en los que hasta ahora montaban campamentos permitiendo extender sus estadías y ampliar sus capacidades de monitoreo.
Patricia Ortúzar, directora nacional del Antártico, organismo que integra la Cancillería argentina, señaló a Télam que «los nuevos laboratorios tienen que ver con una necesidad de contar con infraestructura pensada y concebida desde el principio para la ciencia».
Agregó que «en las bases Esperanza, Orcadas y San Martín, si bien hay espacios que se usan como laboratorios, ninguno había sido pensado ni diseñado para ese uso. El objeto de todas las bases antárticas es prestar apoyo logístico a la ciencia y es algo que podemos mejorar con estos tres laboratorios que suman facilidades a la investigación».
«El refugio de la Isla Cerro Nevado le va a permitir a los científicos monitorear la colonia de pingüino emperador de esa isla, que es la más al norte de esa especie que tiene la particularidad de que su ciclo de reproducción es invierno lo que dificulta mucho su vigilancia, van a poder trabajar con comodidad en el momento en el que la especie reproduce y no llegar en verano cuando estas aves ya no están allí», apuntó.
La funcionaria señaló que, «si bien el equipo que estudia glaciología en la Isla Vega es muy experimentado en los campamentos científicos, este nuevo refugio les va a dar más facilidades y posibilidades de permanencia en condiciones climáticas más adversas que las que toleran las carpas».
«Cuando se construyeron los primeros refugios a mediados del siglo XX estos estaban pensados como refugios de supervivencia, estos nuevos refugios están pensados teniendo a la ciencia como eje de la actividad antártica», completó Ortúzar.
El subsecretario de Coordinación Institucional del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, Pablo Núñez, afirmó en diálogo con Télam que «estas nuevas instalaciones son muy valiosas en distintas dimensiones. El ministerio tiene a su cargo la iniciativa ‘Pampa Azul’ por lo que invertir en ciencia en la Antártida es muy importante en sí mismo, y es también consolidar una presencia soberana a través de la investigación».
«Hace mucho que no se construye infraestructura nueva en nuestras bases antárticas. El último laboratorio que se hizo fue en base Carlini en cooperación con Alemania hace más de 30 años. Por eso son tan importantes iniciativas como esta y como el programa Construir Ciencia, que financia este tipo de proyectos con fondos del tesoro nacional», resaltó.
Núñez sostuvo que «toda la ciencia que se haga en la Antártida es de un valor cada vez mayor como lo estamos viendo en las investigaciones sobre cambio climático o biodiversidad, y aún más si se hacen con la mirada multidisciplinaria que ofrecen estos nuevos laboratorios y refugios».
«Esta es la primera etapa de un proyecto que busca instalar este tipo de laboratorios en todas las bases permanentes de Argentina y fortalecer la reactivación de la base Petrel con un gran laboratorio de unos 800 metros cuadrados que está planificado para cuando termine la obra de la casa principal», detalló.
El funcionario adelantó que «el próximo verano está previsto un laboratorio similar en base Marambio, y también estamos trabajando en la idea de laboratorios subantárticos con la idea de construir una base científica subantártica en la Isla de los Estados también durante el próximo verano».
«Estamos invirtiendo en todo el litoral marítimo argentino, en Mar Del Plata, San Antonio Este, Río Gallegos, Puerto Madryn y Ushuaia para fortalecer nuestra infraestructura científica y también queremos potenciar nuestra investigación en el mar a través de un proyecto con los astilleros estatales Tandanor y Río Santiago para la adquisición de dos buques oceanográficos con capacidad polar», finalizó Núñez.
Ciencia, Tecnología e Innovación además financia el equipamiento de los laboratorios con los que fue equipado el rompehielos «Almirante Irízar» en la modernización realizada por el astillero estatal Tandanor después del incendio que el buque sufrió en 2007.