Espectáculos

Carina Zampini regresa a Canal 13 al frente del reality culinario «Pasaplatos»


La actriz y conductora debutará este lunes desde las 14.30. En Rosario se verá por la pantalla de Canal 3

Por Victoria Ojam – Télam

La actriz y conductora Carina Zampini reafirma su paso por eltrece con el estreno de «Pasaplatos», reality culinario en el que los reconocidos chefs Pablo Massey y Juan Gaffuri son los encargados de competir entre sí para seleccionar al mejor participante entre sus equipos, y que llegará a la pantalla este lunes a las 14.30 como una nueva apuesta dentro de un formato que apunta a «algo que nos atraviesa a todos, más allá de que nos divierta más o menos cocinar».

«Todos nos sentimos seducidos por la comida, todos cocinamos algo. Es algo que tiene que ver con todas las personas, y creo que entra por ese lado, si bien cada competencia tenga su condimento y su especificidad», agregó Zampini en diálogo con Télam sobre el éxito que probó tener este tipo de ciclos tras su propio logro con «El gran premio de la cocina», junto a otros ejemplos como «Bake Off Argentina» y las versiones locales del muy popular «MasterChef».

Justamente, son esos antecedentes los que invitan a introducir diferenciales para tentar a las audiencias, y en «Pasaplatos» la propuesta se caracteriza por el rol clave de Massey y Gaffuri en la disputa gastronómica, quienes harán las veces de líderes y de jurados al mismo tiempo para, finalmente, coronar al futuro ganador o ganadora del certamen.

Dividido en dos etapas, el programa comenzará con la elección de 16 participantes por parte de cada uno para formar su equipo, aunque se tratará de un desafío especial: no podrán ver ni escuchar a los competidores para sumarlos a sus grupos, sino que deberán basarse sólo en el producto final que cada uno entregue con la supervisión del chef Roberto Ottini, el único con el que tendrán contacto directo.

«Hablando con Pablo y Juan, que son súper prestigiosos y tienen una experiencia increíble, me contaban que se les dificulta recurrir solamente al gusto, la vista y los aromas, porque para ellos también es importante a la hora de elegir a un cocinero su actitud, ver cómo se mueve, cómo resuelve. Pero también está bueno que no interfiera si el cocinero o cocinera es más simpático, más entrador, o si por ahí en el medio hacen un gesto que les cae mal. Todo eso está fuera», agregó Zampini.

Y en ese sentido, explicó: «También compiten entre los mismos integrantes de cada equipo, porque cada chef tiene que quedarse con el mejor, y van eligiendo quién se queda y quién pasa a la etapa de eliminación, y puede ponerlos en riesgo. Los dos son re competitivos y quieren ganar, quieren quedarse con el mejor y decir ‘yo lo vi y lo elegí'».

A poco de su lanzamiento, Zampini conversó con esta agencia sobre la llegada de «Pasaplatos» a la grilla televisiva y sobre su nueva incursión en el puesto de conductora, al que se lanzó hace cerca de diez años luego de casi dos décadas de cosechar papeles en recordadas ficciones como «Gasoleros», «Padre coraje» o «Dulce amor».

—Después de estar al frente de «El gran premio…» y conociendo el éxito que tienen los ciclos de este género, ¿por qué pensás que este formato está funcionando tan bien en los últimos años?

—Creo que todo lo que tiene que ver con la cocina siempre funcionó bien, pero en estos últimos años se incrementó su realización. A mí me encanta ver cocinar, en su momento veía Utilísima y me miraba todos los programas, porque me gustaba aprender y después tratar de hacer lo que veía. Creo que tiene algo que nos atraviesa a todos, más allá de que después nos divierta o disfrutemos más o menos cocinar.

—Y hablando del rubro de los realities en general, ¿cómo ves este panorama de la TV actual en el que tienen más peso que las ficciones?

—Me parece que son ciclos, y creo que ahora no son tanto los realities sino los programas de entretenimiento, sean de cocina, de preguntas y respuestas o de desafíos físicos. Es un momento, obviamente a mí, que soy actriz desde que tengo uso de razón, me encantaría que haya más ficción nacional en la pantalla, porque son muchos los actores, actrices, directores y técnicos a los que en este momento les cuesta encontrar espacios de laburo. Trabajo siempre se genera, «Gran Hermano» ha puesto a trabajar a cientos y cientos de personas para ser llevado adelante durante 24 horas, pero hay otro sector vinculado a la actuación al que le cuesta un poco más. Hay otros espacios como el teatro, el cine o las plataformas, pero nunca hay que caer encima de ningún ciclo porque son eso, ciclos. En algún momento va a pasar y va a volver otra cosa que ahora no está de moda, y los que formamos parte de esta industria vamos viendo cómo nos acomodamos a lo que sucede, que también tiene que ver con algo social, con los televidentes.

—Con «Pasaplatos» sumás una nueva experiencia como conductora. ¿Cómo te hallás en ese rol? ¿Qué herramientas de la actuación incorporaste a este trabajo?

—Yo estoy agradecida, porque en un momento me probé en la conducción en «Morfi», de la mano de Gerardo Rozín, por una decisión, no sentí que hubiera quedado afuera de la posibilidad de laburar como actriz. Tenía ganas de asumir otro tipo de desafío, aprender algo diferente, me seducía cada vez que iba de invitada como actriz y veía el otro lado de los programas, pensaba «qué bueno sería hacer algo así». Así que me acerqué a la conducción desde un lugar de deseo, y siempre lo viví con felicidad porque es una elección. Sigo aprendiendo como todos, todos los días y en cualquier área, pero también soy novata, me estimula, y a la vez siento que tengo todo un bagaje para eso. Empecé a los 19 años, y hay un conocimiento que te da ese trabajo desde lo técnico, del movimiento de las cámaras, y lo actoral te enseña a transmitir. En el caso de la actriz es desde la letra, de movilizar al otro, pero sacás herramientas para la conducción, como todo lo que tiene que ver con los tiempos, con cómo se cuentan las pausas… A mí me re sirven esas herramientas, me ayudan un montón. En un punto se conectan esos mundos, todo tiene que ver con comunicar.

—¿Qué expectativas tenés con el estreno del programa?

—La verdad es que estoy re contenta, porque me gusta mucho hacer este tipo de programas, este tipo de realities que son de competencia pero que tienen buena onda, que son también de entretenimiento, donde hay un poco de diversión, donde en el medio vas conociendo a los participantes, porque cada uno tiene sus historias personales, para mí son lindos programas para hacer. Somos un equipo enorme que está laburando ya hace bastante con este proyecto, y una lo hace con ganas, con toda la alegría de hacer algo que acompañe a la gente en su casa. Yo en particular siempre me quedo más con la sensación de lo que voy viviendo en el día a día, que es estar contenta con el laburo, con pasar bien las horas de trabajo, que a veces son muchas. Eso ya lo tengo, y es lo que tenemos en este momento. Ojalá a la gente le guste, que encuentre algo que le divierta, más allá de que seguramente van a poder aprender montones de cosas de cocina. Todo lo que hacemos siempre es con la idea de que la gente lo reciba con gratitud y lo festeje. A veces no sucede, es parte, y también estamos preparados para eso, pero las expectativas siempre son todas.