La entidad fundada el 17 de junio de 1911 trabaja para potenciar la esencia deportiva y social de un amplio sector de la ciudad. Su sede está ubicada en Italia 2941.
El Club Atlético Belgrano resurgió con tenacidad y proyecta un futuro inmediato, basado pura y exclusivamente en la esencia deportiva y social. La historia indica que nació por iniciativa de los por entonces trabajadores de los mercados Central y Norte. “En realidad, este espacio se fundó el 17 de junio de 1911 en otro lugar, en barrio Belgrano, frente a la entonces estación de trenes Rosario Oeste. La sede social estaba ahí. Pero pasaron cosas a lo largo de los años y desde hace un tiempo considerable está todo acá, en Italia 2941, en barrio Hospitales”, contó –a modo de prólogo– el actual presidente de la centenaria institución, Gustavo Castro.
“El club quedó en este lugar porque tenía la cancha de fútbol de once desde sus inicios. Belgrano ocupaba toda la manzana en realidad. A eso hay que sumarle que junto a Newell’s, Central y Provincial es uno de los pioneros de la Asociación Rosarina de Fútbol”, remarcó Castro.
Eje en varios lugares
“Belgrano tenía la secretaría en Maipú y Córdoba. La sede estaba ubicada en barrio Belgrano y la cancha en esta zona, es decir, en la manzana que comprende Italia, Rueda, Amenábar y España”, graficó Castro.
Luego remarcó que “lo que nos informaron en su momento fue que la sede se incendió en la década del ’40 y ahí se perdió toda la documentación de la institución. A eso le sumó que el presidente y el tesorero vendieron la sede y la secretaría, y desaparecieron con la plata. Según lo que cuentan, los dos se fueron de la ciudad. Uno a Brasil y otro a Uruguay”.
“Lamentablemente lo único que quedó fue la manzana donde ahora funciona el club. Aunque esto no era propiedad del club sino de una señora soltera que había cedido el terreno a la institución. Pero como nunca se habían hecho los papeles, cuando falleció aparecieron varios familiares que reclamaron las tierras, por lo cual todo pasó a manos de abogados”, sostuvo el directivo.
Y acotó: “Eso generó que como siete herederos reclamaran todo, por lo que luego de muchos años hubo que ceder el espacio. Eso sucedió porque nunca habían hecho la escritura. Se perdió casi todo, sólo quedó lo que se ve actualmente, que son 50 metros por 25, que es donde tenemos el club”.
La geografía del lugar cambió porque donde estaba la cancha de fútbol se construyeron los monoblock de Empleados de Comercio. Sin embargo, la institución es un baluarte y modelo institucional de barrio Hospitales porque recibe a todos los vecinos y vecinas con la misma pasión que desde sus inicios”.
De Perú a ser referente dirigencial
Gustavo Castro nació en Perú. “Cuando vine a Rosario me instalé en el barrio y comencé a venir a Belgrano porque veía que se juntaba mucha gente, y eso me gustó”, narró. “No busqué ser directivo, se dio solo. Recuerdo que estaba Tulio Ávila como presidente y me ofreció sumarme. Acepté y me dediqué a la secretaría para ordenar los papeles. Fue en el año 91 o 92. Actualicé actas y organicé todo. Luego pasé a la tesorería”, sostuvo.
Y agregó: “Soy presidente desde hace 16 años. Pero me queda poco porque en mayo habrá elecciones y buscaré estar en la lista, pero ya no como candidato a presidente”.
En ese orden, quien pinta para quedarse con la presidencia del club Belgrano es Micaela Tedesco. “Tengo 28 años, pero soy casi socia vitalicia. Vengo al club desde los cuatro años. Hice patín, básquet y danza. Este es mi lugar”, describió.
En el club colaboran muchas personas, entre ellas Rogelio Bramajo (vicepresidente) y Silvia Oviedo (vocal). “No soy del barrio pero me encariñé con el club porque traía a mi nieta a patín. Soy directivo desde el 2006”, dijo el actual vicepresidente, quien es jubilado, tiene 83 años y sigue al pie del cañón al lado del celeste.
En tanto, Silvia Oviedo (72 años) llegó al club “en 2009. Trajimos muchos chicos a jugar básquet, ya que antes estábamos en otro lugar y nos tuvimos que ir. Acá nos recibieron con los brazos abiertos y seguimos ligados al club”, apreció la vocal titular con una leve sonrisa.
Pasado, presente y futuro
Belgrano se fundó como un club de fútbol. Logró su primer título en 1924, tras vencer a Tiro Federal. Luego dio otra vuelta en 1927 al derrotar a Rosario Central.
Pero hay un punto que genera mucho orgullo puertas adentro. “El futbolista Rinaldo Martino no solo pasó de Belgrano a San Lorenzo sino que además luego jugó en Barcelona de España. Mientras que los hermanos Vairo también dejaron su huella. Uno en Juventus y el otro en River”, deslizó Castro.
Cabe destacar que Martino (nacido en Rosario el 6 de octubre de 1921 y fallecido en Buenos Aires el 15 de noviembre de 2000) es considerado una de las grandes figuras de la generación de futbolistas de los años ’40 junto al Moreno, Pedernera, Pontoni, Méndez, Labruna y De la Mata, entre otros.
Mientras que los hermanos Federico y Juan Vairo además de jugar en Belgrano lo hicieron en Rosario Central. Luego, Federico jugó en River, O’Higgins (Chile) y Deportivo Cali (Colombia) y Juan hizo lo propio en Boca, River y Tigre (Argentina), Juventus (Italia) y Liverpool (Uruguay), entre otras instituciones.
“El club fue creciendo. Ganando socios y cumpliendo con la demanda de los vecinos. Todo lo que se ve, se hizo con aporte propio. Eso sí, los vestuarios se hicieron gracias al Plan Abre. Así y todo, las mejoras fueron muchas porque además cada socio compró un metro de mosaico. La gente ayuda siempre”, abundó el presidente.
“Actualmente ofrecemos zumba, taekwondo y ritmos kids en el salón. Mientras que en pista tenemos futsal, básquet y patín, que está resurgiendo poco a poco”, apuntó Castro, quien a su vez expresó que “le cedemos las instalaciones a dos colegios de la zona para que realicen sus actividades físicas”.
Además, el presidente de la institución comentó las metas a corto plazo. “La idea es descomprimir la cancha de básquet y agrandar el lugar. También queremos cerrar la parte superior para que haya más espacio y poder sumar otras disciplinas. Tenemos que nivelar el piso, pero confiamos en hacerlo”.
Con respecto a lo que representa Belgrano para Castro, el presidente fue contundente. “Significa mi segundo hogar, es como mi casa. Siempre fue así y siento mucho cariño por este lugar. En realidad es algo que siento como propio. Debo venir y pensar en los socios, que tengan un mejor lugar para que disfruten. Me emociona ver a todos acá adentro”, terminó diciendo.