Los planteles fueron despedidos de sus predios por los hinchas, pero ya en el Parque hubo ataques a piedrazos al micro de Central y la Policía reprimió
La previa del Clásico tuvo todos los condimentos. Pasión, color, algarabía pero también violencia, actitudes reprochables de los protagonistas y balazos por parte de la Policía. Todo eso se vivió tras el mediodía y hasta minutos antes del pitazo inicial.
Pasado el mediodía cientos de hinchas de Central se apostaron frente al predio de Arroyo Seco para darle el último apoyo a los jugadores. Hubo mucho color, fuegos artificiales, bombas de estruendo y el pedido clásico de ganarle a Newell’s.
Hubo caravana por la autopista y mucho color para apoyar a los de Russo.
En la vereda de enfrente, también los hinchas de Newell’s dijeron presente en las afueras del predio «Jorge Griffa» para acompañar a la delegación rojinegra al Coloso.
Pero todo cambió de color a la llegada del plantel canalla al Parque Independencia. Es que más allá de la celosa custodia policial que iba junto al micro, una lluvia de proyectiles atacó al colectivo, dejando varios cristales rotos. Además, se vio a varios jugadores de Central saliendo desde huecos del techo del micro provocando a los hinchas leprosos, lo que generó que la situación se eleve y que la Policía debiera en ese momento reprimir con balas de goma.
Al final, los efectivos policiales armaron una especie de túnel con sus escudos para que los jugadores de Central puedan bajar y entrar a los vestuarios.
Así se vivió la previa del Clásico. Con lo mismo de siempre. Con la pasión pero también con la violencia como protagonistas.