A tres años de la muerte del joven en inmediaciones de un boliche de La Fluvial, el juicio comienza con la presencia de familiares y amigos y el reclamo de "justicia" que se enciende
El pasado 10 de abril tenía que comenzar el juicio oral por el asesinato de Carlos Orellano. Sin embargo, el fallecimiento de uno de los familiares de los jueces encargados del caso postergó por 72 horas el inicio. Es por ello que este miércoles comienza el proceso judicial por el crimen del joven. Así, familiares y allegados al joven, conocido como «Bocacha», reanudan el pedido de Justicia después de tres años de lucha incansable para lograr esclarecer el caso.
El 24 de febrero de 2020 “Bocacha” salió a bailar al boliche Ming River House, ubicado en el complejo La Fluvial de Rosario. Según afirmaron, esa noche dos agentes de seguridad privada y dos policías de la provincia de Santa Fe lo acorralaron contra el muelle del complejo, lo violentaron y lo agredieron en grupo generando su caída. Dos días después, su cuerpo sin vida emergió en las aguas del río Paraná, a la altura del patio del mismo boliche.
«Bocacha fue asesinado. Con dos agentes de seguridad privada y dos policías acusados como autores, sabemos que fue homicidio en contexto de violencia institucional y policial», aseguraron.
La Asociación Civil «Carlos Bocacha Orellano» convocaron a la sociedad en su conjunto a acompañar desde el miércoles, a partir de las 7.30 frente al Centro de Justicia Penal (Sarmiento y Virasoro).
«Luego de tres años de lucha por la Verdad, llegó la hora de que sea Justicia. Por Bocacha, y por cada pibe y piba que no pudo volver a casa», cerraron.
Los acusados enfrentan pedidos de entre 17 y 23 años de prisión como coautores de un homicidio simple con dolo eventual, encuadre al que los uniformados suman delitos propios de su función.
Las cuatro personas que se sentarán como acusadas en el juicio están en prisión preventiva. Les reprochan haber arrinconado a golpes a Bocacha contra la baranda del Paraná hasta provocar su caída al río. Para Emiliano López, de 32 años, y Fabián Maidana, de 54, quienes en febrero de 2020 eran encargados de la seguridad del boliche, el fiscal de Homicidios Patricio Saldutti solicitó 17 años de prisión. En tanto que los policías provinciales Gabriel Nicolossi, de 40 años, y su pareja Karina Gómez, de 43, afrontan un pedido de 19 años de cárcel. La querella requirió penas aún más altas.