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Alberto Botto: «La marcha por la paz fue para que se terminen los hechos de violencia en Rosario»


El secretario general del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario estuvo presente junto a integrantes del gremio en la movilización del miércoles

Rosario marchó por la paz. Organizaciones sociales, sindicales, empresariales y religiosas salieron a la calle este miércoles para pedir que se frene la violencia criminal, recalcando que “no podemos pretender la paz si no tenemos justicia”. La movilización fue pacífica y en silencio recorriendo el centro para desembocar en el Monumento Nacional a la Bandera.

Uno de los sindicatos presentes fue Luz y Fuerza Rosario. El secretario general del gremio lucifuercista local, Alberto Botto, quien además es el titular del Movimiento Sindical Rosarino, sostuvo que el movimiento obrero participó de la marcha porque “no queremos perder presencia en las calles y para que se terminen todos estos hechos de violencia”.

Aclaró que la manifestación “no se trata de interpelar a un poder político, no tiene ningún tipo de connotación político-partidaria, sino que es la ciudadanía manifestándose por la paz”.

Para Botto, una respuesta posible a la violencia es “combatir todas las desigualdades” porque, remarcó, “la violencia es hija directa de la desigualdad”.

“Esto es lo que el Estado tiene que hacer, un Estado fuerte, presente, porque es desde allí desde donde se pueden llevar adelante políticas que tiendan a la igualdad”, destacó.

Por su parte, uno de los convocantes de la marcha por la paz fue el Arzobispo de Rosario, Eduardo Martín, quien expresó: “Es necesario que se generen condiciones sociales de justicia y de equidad, porque la paz es fruto de la justicia”.

El religioso añadió que “si falta la justicia, en el sentido de que haya gente que pueda salir de la pobreza por medio de su trabajo, de que no haya excluidos, no podemos pretender la paz”.

Martín sostuvo que “si sembramos justicia tenemos paz” y dijo que la acción de hoy “es como un clamor, es una marcha de silencio, pero un silencio que grita, por el bien de la paz para todos”.

En tanto, el representante local de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Eduardo Del Monte, dijo que “reclamamos a los tres niveles del Estado que dejen de mirar para otro lado” porque, sostuvo, “aparece el problema cuando aparecen los muertos, o cuando son famosos, pero esto se vive todos los días en los barrios”.

Del Monte coincidió con monseñor Martín en que entre las causas de la violencia se encuentra la desigualdad y la marginalidad sociales.

“El problema es cómo se aborda la situación social, no puede ser que en este país tan rico y con tanta producción la mitad de la población esté en la pobreza”, sostuvo el militante social, para señalar que “no puede ser que se produzcan alimentos para 400 millones y haya 4 millones con hambre: ahí hay algo que está mal y que nadie aborda”.

Además, sostuvo que la solución no pasa por militarizar los barrios de Rosario porque el narcomenudeo “es el último eslabón de la cadena” del tráfico de drogas.

También dijo que el consumo de estupefacientes “ha crecido un montón” y que “no hay políticas de prevención, hay ideas de algunos de que es una cuestión recreativa, pero a los pibes de los barrios los hace mierda”.

“La droga en los barrios es un factor de descomposición”, remarcó el referente de la CCC.