Política y Economía

«El bastón presidencial es importante para todos los argentinos», dijo Juan Carlos Pallarols


El orfebre, de 80 años, formuló estos conceptos a la prensa en el marco de una visita a Bahía Blanca, ciudad en la que los vecinos y vecinas podrán participar en la actividad para cincelar la empuñadura del bastón de mando del próximo jefe de Estado

El orfebre Juan Carlos Pallarols, quien está trabajando en el bastón presidencial para el próximo jefe de Estado, afirmó hoy en Bahía Blanca que ese símbolo «es importante para todo el pueblo argentino» y por ello lo hace cincelar por la mayor cantidad posible de ciudadanos.

«El bastón (para el próximo Presidente) lo empecé el 13 de abril (de 2022), me lleva un año y medio hacerlo y si lo hago solo me lleva un poco más de una semana; pero el hecho es que trabajen 5 millones de personas, todas las que puedan», agregó Pallarols, quien por ese motivo recorre gran parte del país.

El orfebre, de 80 años, formuló estos conceptos a la prensa en el marco de una visita a Bahía Blanca, ciudad en la que los vecinos y vecinas podrán participar en la actividad para cincelar la empuñadura del bastón de mando del próximo jefe de Estado.

Pallarols dijo que «a mí me tocó pasar 30 años sin votar, sentía la necesidad de votar con frecuencia cada cuatro años, sin que se interrumpa, pensé que iba a ser algo importante, tal vez no la trascendencia que tiene hoy».

«Estoy feliz de haber vivido los 40 años de democracia, espero llegar al 10 de diciembre y son un montón de sensaciones diferentes», afirmó.

El orfebre indicó además que «desde el primer día hasta hoy me abren las puertas de todos lados, el bastón es como un pasaporte importantísimo, la gente tiene conciencia y quiere votar».

«Me gustaría que lo tenga alguien con la capacidad, el amor necesario y el patriotismo para poder cambiar el curso de la historia», agregó en referencia al futuro jefe de Estado.

Sobre su legado expresó: «espero que cuando no esté, alguien lo seguirá y ojalá que sea por muchos años».

En junio de 1982 diseñó un cáliz con el que Juan Pablo II ofició la Misa por la Paz en Buenos Aires y también hizo un cáliz para el actual papa Francisco.