En un giro poco común, Freddy salió del sur de África a fines de febrero, dejando 17 muertos, y regresó a inicios de marzo
En un giro poco común, Freddy salió del sur de África a fines de febrero, dejando 17 muertos, y regresó a inicios de marzo, cuando cobró al menos 190 vidas en Malaui y 21 en Mozambique, según las autoridades.
Los mercados y tiendas reabrieron temprano hoy en el poblado de Chilobwe, cerca de la ciudad de Blantyre, donde las casas de ladrillo y barro fueron arrasadas por los fuertes corrimientos de tierra, según reportó la agencia de noticias AFP.
Daud Chitumba, un conductor de microbus de 27 años, dijo tener bocas que alimentar: «Tengo dos hijas pequeñas y obligaciones. Tenemos que reconstruir nuestras vidas».
En tanto, continúan las operaciones de búsqueda de muertos e intentos de rescatar personas atrapadas por la crecida de las aguas y el barro.
«Las inundaciones son el mayor problema», explicó a AFP Felix Washoni, portavoz de la Cruz Roja de Malaui.
«La destrucción es enorme, es un reto llegar hasta las personas atrapadas con los puentes destruidos y el alto nivel de las aguas», agregó.
Los equipos de rescate -indicó- recogieron a personas de los árboles y los tejados.
Los últimos días llovió a cántaros, provocando inundaciones y deslizamientos de tierra mortales, aunque las lluvias pararon la mañana del miércoles.
Dos días atrás, en la comunidad de Chilobwe, familias y socorristas excavaban en el barro, a veces con las manos en busca de un ser querido o al menos sus cadáveres.
«Hay muertos por todas partes (…) todo el mundo ha perdido a alguien», lamentó Fadila Njolomole, de 19 años.