Por José Odisio
Por José Odisio
La búsqueda de identidad futbolística es uno de los mayores desafíos que afrontan entrenadores y equipos. Conocer cuál es la idea de juego y llevarla a la práctica parece sencillo desde las palabras, pero es algo más que complejo desde los hechos. Y Newell’s está en ese camino, con un Gabriel Heinze que pregona un estilo y un plantel que sin dudas está comprometido con el DT, aunque aún no puede trasladar al césped todo lo que el Gringo pretende.
Hay mejoras, están a la vista. En algunos casos hay rendimientos individuales en crecimiento, en especial en algunos refuerzos, y por otro lado el DT empieza a encontrar un once ideal, que puede sufrir algunas variantes, pero en general es bastante parecido, y eso ayuda al intento de plasmar una idea en la cancha.
¿A qué juega Newell’s? Es difícil transmitir claramente lo que propone Heinze. Hay una idea principal: ir a buscar los partidos. ¿Cómo hacerlo? Esa es la pregunta que tiene distintas aristas. Está claro que la proyección de los laterales constante y la presencia de dos extremos ponen en evidencia una idea de atacar por afuera. Y con Ferreira el equipo encontró una opción para intentar penetrar por adentro. El dilema, en estos primeros partidos, es qué hacer cuando se llega al área. Ese parece ser el punto que los futbolistas aún no pudieron resolver. Y cuando dudan, aparece un pase demás, un toque hacia atrás o un centro sin sentido.
De todas maneras, en los últimos partidos hubo mejoras, en especial porque algunos futbolistas levantaron su nivel. Jorge Recalde empieza a acomodarse. Está más en forma, se involucra en el juego ( a veces se aleja demasiado del área para esto) y llegó al gol, que como el propio Heinze dijo tras la victoria ante Colón «el delantero necesita eso para ganar confianza». Otro que empieza a tener el nivel imaginado cuando llegó es Bruno Pittón.
De aquel jugador perdido en la cancha de los primeros partidos, a este con proyecciones punzantes hay un abismo. Y el equipo siente esa mejoría. También hay que rescatar a un Lucas Hoyos que se bancó críticas justificadas y otras demasiado elevadas de tono y ya tiene un partido ganado a partir de sus atajadas. Y si el arquero responde, el resto se siente seguro.
Está mejor Newell’s. Mucho más firme de local, donde su gente lo impulsa, algo en deuda de visitante. Aún debatiendo cómo llevar a más situaciones de gol la cantidad de tiempo que tiene la pelota, aunque con un promedio de chances de anotar mucho más acorde a un equipo que pretende estar en la zona alta. Con eso, por ahora alcanza para estar en el top ten del torneo. Para ir por algo más, deberá entender un poco más la idea de Heinze.