Con el verano, los rosarinos disfrutan de actividades al aire libre. La dermatóloga María Gabriela Garrido dio recomendaciones que deben tenerse en cuenta para evitar el daño solar
Por Sofía Dalonse – EQC Noticias y CLG Noticias
Con la llegada del verano, la mayoría de los rosarinos opta por alternativas para disfrutar al aire libre, en el río o alguna pileta, donde la exposición al sol es prácticamente inevitable. En este contexto, resulta imprescindible el cuidado de la piel por las consecuencias que puede generar, tanto en lo que refiere al aspecto estético pero, sobre todo, al impacto en la salud con enfermedades de riesgo como el cáncer de piel.
La médica María Gabriela Garrido, dermatóloga matrícula 11.567, profundizó sobre la cuestión y dio recomendaciones que deben tenerse en cuenta para evitar el daño solar.
«Esa costumbre de ponerse al sol en horas del mediodía sin estar en una pileta o en el río fue cambiando a lo largo del tiempo; aunque uno sigue viendo gente con eritemas que no usa protector solar y éste no solo va a producir ese daño agudo del eritema, sino que ocasionará daños más crónicos de manera progresiva», señaló la especialista.
Al referirse al horario de exposición, indicó que debe evitarse el contacto directo con el sol de 10 a 16 y aseguró que es imprescindible la fotoprotección con protectores solares: «Hay que tener en cuenta algunos cuidados que tienen que ver con factores físicos. En horarios pico hay que evitar el sol directo, tratar de estar a la sombra».
La profesional sugirió, además, usar ropa de color claro y de algodón, que no sea una trama muy fina; así también el uso de gorro y lentes.
Por otra parte, aseguró que las consecuencias de no cuidarse van a repercutir con los años: «No hay plazos determinados, va a depender de la parte genética; hay gente que está más predispuesta a tener cáncer de piel. El tiempo es relativo pero suele verse gente joven de 30 años o menos que padece la enfermedad».
Según explicó, esta cuestión depende del tipo de piel. En este sentido, indicó que existe una clasificación de acuerdo al color en 6 tipos. El tipo 1 y 2 son pieles más propensa a los daños solares: «Esa piel muy blanca que el paciente se enrojece y nunca se broncea», detalló y señaló que el 3 y 4 se puede poner colorada pero se llega a broncear, mientras que la 5 y 6 son las más oscuras que no sufren eritema.
Garrido recomendó realizar un control cutáneo anual con un especialista en pacientes que no tienen riesgos. Aunque, distinguió que hay pacientes particulares, por antecedentes o por el tipo de piel, que deben realizarse los controles cada 6 meses o 4 meses.
Entre otras cuestiones, remarcó la importancia de prestar atención a los lunares y tener en cuenta las características que presenta. En este sentido, explicó que mnemotecnia que es el ABCD: Asimétrico (que no sea bien redondeado), Borde (que no sea redondo sino espiculado o estrellado), Color (oscuro, que tenga varios colores), Diámetro (que tenga más de 5mm).
«Hay pacientes que tienen cientos de lunares se trata de la patología síndrome del nevo con atipia clínica, en esos casos el control medico debe ser muy estricto. Si se observa que un lunar creció, cambio la característica o se nota un lunar nuevo; si empieza a picar, se sobreeleva o sangra es imprescindible consultar rápidamente»; dijo al respecto.
Por otra parte, destacó que todos los años durante el mes de noviembre la Sociedad Argentina de Dermatologia organiza la campaña de prevención de cáncer de piel, donde la gente puede concurrir a los centros de salud pública y algunos privados de manera gratuita: «Es la forma de diagnosticar precozmente un cáncer de piel; no creo que hoy en día haya más casos con esta patología, sino que se diagnostica de manera más precoz».
Respecto a los fotoprotectores, comentó que hay una gama variada y aconsejó minimamente un factor de protección 30 y repetir su aplicación cada dos o tres horas: «Los que han tenido melanoma o cáncer de piel o tienen tipo de piel 1 y 2 sugerimos factor 50, al igual que los niños, a quienes aconsejamos su uso a partir del año de edad, antes del año los bebés no deben exponerse al sol».
Finalmente, explicó que hay tumores denominados epiteliomas que están directamente relacionados a la luz solar y generalmente salen en zonas foto expuestas como la cara: «Son lesiones pequeñas que muchas veces se dejan pasar, es importante estar atentos a esas lesiones que pueden pasar desapercibidas», cerró.