El funcionario anunció que el Estado nacional aportará 900 millones de pesos, de los cuales 400 forman parte del Plan GanAr y el resto para atender las situaciones más graves, especialmente de los pequeños y medianos productores
El secretario de Agricultura de la Nación, Juan José Bahillo, recorrió hoy junto con el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, diversas producciones del norte de la provincia afectadas por la sequía, y anunció el desembolso de 900 millones de pesos para asistir a los productores ganaderos, informaron voceros oficiales.
Bahillo se entrevistó con Perotti y el ministro de la Producción provincial, Daniel Costamagna, en la estancia Las Gamas, situada en el departamento Vera, para analizar los alcances de la sequía que ha causado muertes de animales por la falta de agua y comida.
El funcionario anunció que el Estado nacional aportará 900 millones de pesos, de los cuales 400 forman parte del Plan GanAr y el resto para atender las situaciones más graves, especialmente de los pequeños y medianos productores.
La idea es que accedan en primer lugar a los fondos aquellos ganaderos que tienen hasta mil cabezas de ganado vacuno y mil hectáreas o menos, en tanto el dinero del Plan GanAr será destinado a productores que tienen hasta 600 animales.
Esa ayuda se suma a la anunciada por el Gobierno provincial, que días atrás adelantó una serie de medidas de asistencia para paliar las pérdidas que viene acarreando la sequía.
El Ministerio de la Producción destinó $ 320 millones para el otorgamiento de créditos a tasa cero, a la vez que se analiza que el Gobierno asuma el costo del acarreo de agua para las producciones que cuentan con menos de 400 animales, por unos 55 millones de pesos, y para aquellos que posean menos de 50 cabezas de ganado bovino se entregarán subsidios de 100 mil pesos.
Además, fue anunciada una línea de créditos por un total de 500 millones de pesos para los productores tamberos, por un máximo de 3 millones cada uno y una bonificación sobre la tasa de interés del 15%.
Esas medidas se suman a beneficios de índole fiscal e impositivo previstos en la ley de emergencia agropecuaria, como la prórroga del pago de los impuestos existentes o a crearse que graven el patrimonio, los capitales o las ganancias de las explotaciones afectadas.
En ese sentido, la AFIP suspenderá hasta el próximo ciclo productivo después de finalizado el período de emergencia o desastre agropecuario, la iniciación de los juicios de ejecución fiscal para el cobro de los impuestos adeudados, entre otras medidas.