Los ataques que sufrieron las sedes de las obras sociales Osecac en Corrientes al 400 y Urgara en San Lorenzo al 2000 siguen dejando repercusiones
Infinidad de repudios se fueron sucediendo y replicando tras los ataques incendiarios con artefactos de fabricación casera, con bombas tipo molotov, que afectaron a sedes sindicales del centro de la ciudad este lunes al atardecer, con menos de 10 cuadras de diferencia.
El primero de los hechos se registró contra el frente de un edificio del Sindicato de Empleados de Comercio de Rosario en calle Corrientes al 400. En esta oportunidad se trató de un explosivo arrojado contra la fachada de la obra social Osecac.
También se conoció que en San Lorenzo al 2000 la sede de la obra social del Sindicato de Recibidores de Granos sufrió un ataque similar.
Desde de la CGT y las 62 Organizaciones Peronistas, ambas de Rosario, enfatizaron el más contundente repudio “ante la violencia ejercida por un grupo de desconocidos” a las sedes gremiales.
“En estos tiempos donde la paz social debe ser prioridad, vemos estos hechos con profunda preocupación y solicitamos a las autoridades actuales, judiciales, policiales y jurídicas su inmediata intervención para encontrar a los responsables materiales e ideológicos”, señalaron desde ambas organizaciones gremiales y políticas locales.
Asimismo agregaron que “la seguridad de nuestras instituciones y de nuestros afiliados está por encima de cualquier diferencia política”.
“También manifestamos nuestro amplio apoyo y solidaridad a la conducción de ambos gremios”, completaron desde CGT y la 62 de Rosario.