Planean paralizar el jueves el transporte público, cerrar escuelas, establecer piquetes y marchar por las ciudades en protesta por la reforma
¿Francia ha regresado a sus viejos hábitos? Los sindicalistas planean paralizar el jueves el transporte público, cerrar escuelas, establecer piquetes y marchar por las ciudades en protesta por la reforma de pensiones del presidente Emmanuel Macron.
Hablan de recrear el espíritu de 1995, cuando el gobierno de Jacques Chirac requisó barcas turísticas en el río Sena para transportar a los empleados a sus trabajos y dio marcha atrás en una reforma de pensiones tras semanas de huelgas en el metro y en otros servicios públicos.
Pero la capacidad de los sindicatos para detener sectores de la segunda economía más grande de la zona euro y obligar a los gobiernos a dar marcha atrás ya no es la misma. Las huelgas francesas se han vuelto menos frecuentes, menos perturbadoras y menos exitosas, lo que ha dejado a algunos sindicatos tratando de recuperar relevancia.
Los cambios al sistema de pensiones en 2010 y 2014 causaron protestas pero fueron adoptados. Macron dice que los franceses deben trabajar más para poner el sistema de pensiones en una base financiera de mayor solidez. Los sindicatos sostienen que se pueden encontrar los fondos y cuentan con el hecho de que la edad de jubilación anticipada y los generosos beneficios de previsión social son muy apreciados en Francia.
«Lo que escuchamos de la gente en el terreno es que va a haber una movilización masiva», dijo Eric Sellini, funcionario del sindicato CGT de línea dura en TotalEnergies. Dos tercios de las personas encuestadas por la firma Odoxa consideraron que la huelga estaba justificada, después de que el gobierno reveló el plan para aumentar la edad de jubilación en dos años a 64. Sellini dijo que los sindicatos esperaban donaciones para complementar los fondos de huelga para los trabajadores cuyos salarios se redujeron.
Descontento
El objetivo de los sindicalistas es aprovechar el descontento generalizado dejado por el COVID y las crisis del costo de vida para impulsar su rechazo a la reforma de las pensiones que se debatirá en el parlamento en las próximas semanas.
«La gente simplemente está harta. Cuando hablamos con los compañeros de trabajo, les disgusta que tendrán que seguir por otros dos o tres años», dijo Simone Legendre, miembro del sindicato CFE-CGC que representa a trabajadores oficinistas.
El sindicato más grande del país, CFDT, ha hecho un llamado general para detener los trabajos y unirse a las protestas, describiendo el día como un punto de partida. Se esperan huelgas en refinerías y depósitos de combustible operados por TotalEnergies y la unidad local de Exxon Mobil. El regulador de transporte pidió a las aerolíneas, incluida Air France y Vueling, propiedad de IAG, que cancelen uno de cada cinco vuelos desde el segundo aeropuerto más grande de París, Orly.
(Reporte de Michel Rose y Juliette Jabkhiro; Escrito por Leigh Thomas. Editado en español por Marion Giraldo)