El jugador, cuya situación generó el repudio mundial, fue imputado por “incurrir en delitos contra el orden público, reunirse y conspirar para vulnerar la seguridad del país”
El futbolista iraní Amir Nasr Azadani finalmente no será ejecutado tras el rechazo internacional a la condena por el supuesto asesinato de tres miembros de las fuerzas de seguridad nacionales y por unirse a las protestas en favor de las mujeres, pero fue sentenciado a 26 años de cárcel.
El jugador había sido detenido por el régimen iraní y condenado a la horca por el presunto hecho, lo que movilizó a organizaciones de Derechos Humanos y de la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPRO), entre otras entidades.
“FIFPRO está conmocionado y asqueado por los informes a los que el futbolista profesional Amir Nasr-Azadani se enfrenta a la ejecución en Irán después de hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país. Nos solidarizamos con Amir y pedimos la eliminación inmediata de su castigo”, señaló la FIFPRO.
El deportista fue imputado por “incurrir en delitos contra el orden público, reunirse y conspirar para vulnerar la seguridad del país”, además de cometer ‘moharebé’, “un delito contra Dios”.
No obstante, en las últimas horas se conoció la sentencia tras la apelación y Azadani se enfrentará a una condena de 26 años de prisión.