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Francisco agradeció a Benedicto XVI «por todo el bien que ha hecho» al recordarlo en el Vaticano


"Hablando de bondad, en este momento, el pensamiento va espontáneamente al queridísimo papa emérito Benedicto XVI, que nos ha dejado esta mañana", dijo el Pontífice durante la homilía

El papa Francisco agradeció este sábado al papa emérito Benedicto XVI, fallecido en el Vaticano a los 95 años, «por todo el bien que ha hecho», al tiempo que lo calificó como una «persona tan noble, tan amable» al recordarlo durante la última celebración del año en la Basílica de San Pedro.

«Hablando de bondad, en este momento, el pensamiento va espontáneamente al queridísimo papa emérito Benedicto XVI, que nos ha dejado esta mañana», dijo el Pontífice durante la homilía que pronunció durante la celebración de las Primeras Vísperas y Te Deum de acción de gracias.

Benedicto XVI, el alemán Joseph Ratzinger, murió hoy en el monasterio en el que vivía dentro del Vaticano desde su renuncia al pontificado de 2013, con la que puso fin al papado que había iniciado en abril de 2005.

Apenas conocido el deceso del pontífice emérito, registrado a las 9.34 locales de Roma, Francisco fue el primero en ir al Matter Ecclesia a despedirse del cuerpo de su antecesor, que durante años vivió rodeado de su círculo más íntimo, que encabezaba su secretario privado, Georg Ganswein.

«Con emoción recordamos su persona tan noble, tan amable. Y sentimos tanta gratitud en el corazón: gratitud a Dios por haberlo dado a la Iglesia y al mundo; gratitud hacia él, por todo el bien que ha hecho, y sobre todo por su testimonio de fe y oración, especialmente en estos últimos años de su vida retirada», agregó Francisco, elegido el 13 de marzo de 2013 en el cónclave convocado tras la dimisión de Ratzinger.

«Solo Dios conoce el valor y la fuerza de su intercesión, de sus sacrificios ofrecidos por el bien de la Iglesia», agregó este sábado el Papa.

Francisco encabezará además el funeral que, el jueves 5 de enero a las 9.30 de Roma, marcará el último adiós al papa emérito, según indicó hoy el director de la oficina de Prensa de la Santa Sede, en un marco en el que habrá una ceremonia «en el signo de la simplicidad» pedida por Ratzinger.

Bergoglio y su antecesor estuvieron estrechamente unidos durante los casi diez años en los que Ratzinger vivió dentro del Vaticano como emérito con Francisco como Papa.

Francisco se había referido a su relación con Benedicto hace menos de 15 días.

«Lo visito con frecuencia y salgo edificado de su mirada transparente. Vive en contemplación… Tiene buen humor, está lúcido, muy vivo, habla bajito, pero te sigue la conversación. Me admira su inteligencia. Es un grande. Es un santo. Es un hombre de alta vida espiritual», lo recordó a mediados de diciembre en declaraciones al diario español ABC.

En la misa de este sábado, el Papa aprovechó además para denunciar que «los daños del individualismo consumista están ahí para que todos los vean».

«Y cuanto más daño grave es que los demás, las personas que nos rodean, sean percibidas como obstáculos para la nuestra tranquilidad, a nuestra conveniencia», argumentó luego el Papa, quien lamentó además que «la sociedad individualista y consumista tiende a ser agresiva, porque los otros son competidores con los que competir».

En ese marco, Francisco sostuvo que «la bondad es un antídoto contra ciertas patologías de nuestras sociedades: contra la crueldad, que lamentablemente puede insinuarse como veneno en el corazón y envenenar las relaciones; contra la ansiedad y el frenesí distraído que nos hace concentrarnos en nosotros mismos y aislarnos de los demás».

Tras la celebración de esta tarde, el Papa encabezará mañana a las 10 de Roma (6 de la Argentina) la primera misa del año en la Basílica de San Pedro, tras la que recitará luego el tradicional Ángelus del mediodía romano desde el Palacio Apostólico del Vaticano.