El delantero del Manchester City autor de 4 goles en la Copa del Mundo ya está en la pequeña localidad cordobesa de 3.000 habitantes
Por Javier Pennachioni, corresponsal – Télam
Julián Álvarez, el delantero de la selección argentina que marcó cuatro goles en el campeonato del mundo obtenido el pasado domingo por el seleccionado argentino fue recibido esta tarde como un verdadero ídolo en su Calchín natal, en el este de la provincia de Córdoba, un pueblo de 3.000 habitantes que se vio repleto de visitantes que buscaron estar cerca del jugador de Manchester City.
“Estoy muy orgulloso de ser argentino y la verdad que es una emoción muy grande haber cumplido este sueño enorme para mí, para mi familia y el país. Es muy difícil describir en palabras lo que se siente, lo que nos tocó vivir”, dijo el futbolista apenas pisó el escenario que se montó dentro de la cancha del Club Atlético Calchín.
Desde pueblos cercanos, y no tanto, llegaron caravanas de hinchas de Argentina al reducido paraje rodeado de zonas rurales, y el lugar vivió una verdadera revolución con la marcha que acompañó al ex River Plate por sus calles, inundadas por miles de fanáticos saludando a su paso y otros 8.000 más que lo esperaban en la cancha del Club Atlético Calchín.
Ya en la salida de la casa que su familia tiene en Arroyito, a poco más de 40 kilómetros de Calchín, la gente se acumuló para ver de cerca a Julián, y en la llegada al club que lo vio nacer futbolísticamente se montó un escenario donde fue homenajeado y en el que el grupo Los Caligaris le puso el cierre al evento a pura música festiva.
La gente no para de elogiar al jugador que anotó cuatro goles en el Mundial de Qatar, y no solo por lo que hace adentro de la cancha, sino también por lo que es y fue desde siempre afuera, con los vecinos, los amigos y la gente del pueblo.
Tal es la humildad y timidez de Álvarez que en su breve discurso aclaró: “Quiero aprovechar este momento para pedir disculpas porque por ahí no puedo responder todos los mensajes de cariño y apoyo, pero que sean más, porque los veo y me llegan”.
“Ustedes bánquennos siempre, aliéntenos siempre y nosotros desde adentro de la cancha vamos a dar lo mejor, como hicimos en todo momento para llevar a lo más alto a la Argentina”, siguió el delantero.
Por último, la «Araña» resaltó que sentía un enorme «orgullo por representar al país en el evento más importante a nivel mundial. Es una locura lo que se vivió con todos los argentinos que hubo en Qatar. La verdad que nos sentíamos locales jugando ahí”.
Así lo remarcó, en diálogo con Télam, Felipe Dominici, un amigo de la infancia de Julián: “Los recuerdos que tengo de él desde chico pasan por lo difícil que era quitarle la pelota dentro de la cancha, lo excelente persona que siempre fue fuera de ella, lo mismo que su familia».
“Yo soy más chico, pero como acá en Calchín nunca llegamos a formar las categorías de inferiores, armábamos equipos y a veces coincidíamos. Lo que hace ahora dentro de la cancha es mucho menos si lo comparo con lo que hacía antes, aunque actualmente son otros los rivales. Pero ya de chico se notaba que era diferente. Es un orgullo para el pueblo, porque lo está representando muy bien. Ya es un ídolo”.
Otro que no escatimó elogios fue Mayco Díaz, un joven vecino de la localidad de Luque, quien contó que tuvo «la posibilidad de compartir con él la selección de la Liga local. Y compartimos hasta el hotel en algún viaje, aunque también jugamos en contra con nuestros clubes”
“Era imparable, siempre fue delantero. Yo era volante ofensivo también y gracias a Dios siempre lo tenía lejos cuando nos enfrentábamos, porque era muy difícil de marcar. Yo también estoy contento y orgulloso, porque se formó en nuestra liga y compartimos cosas. Era muy buena persona de chico y ahora sigue con la misma humildad. Nunca cambió”, resaltó.
No faltó ningún vecino para ver pasar a Julián, desde ahora ciudadano ilustre de Calchín. Muchos sacaron sus sillas a la vereda y tomando mates o bebidas refrescantes mientras hicieron la vigilia para esperar al campeón del mundo, hasta que llegó a su paso el joven que mantiene su perfil bajo, llegó en una autobomba y a pesar de estar viviendo semanas inolvidables no dejaba de sorprenderse con la cantidad de gente que lo ovacionaba.
Es que el pibe humilde y sencillo al que todos destacan, se mantiene con ese perfil, y tímidamente agradece tal reconocimiento desde un escenario montado especialmente para él en «su» Calchín.