Japón, Corea del Sur y Australia (oceánicos que disputan las eliminatorias con Asia) son los representantes de la Confederación Asiática de Fútbol que siguen en carrera en la Copa del Mundo
La primera ronda del Mundial de Qatar habilita a una conclusión respaldada por la estadística y anticipada, entre otros, por el propio DT argentino Lionel Scaloni: el fútbol asiático expresa un crecimiento de magnitud suficiente para poner en discusión lugares de privilegio a los que aspiran Europa y Sudamérica.
Por primera vez, tres seleccionados representantes de su Confederación (CAF) alcanzan la fase final de la Copa del Mundo, con el mérito agregado de haber eliminado a campeones mundiales, de reconocida tradición futbolística, como Alemania y Uruguay.
Japón es el caso más emblemático luego de adjudicarse el «Grupo de la Muerte» con victorias ante los alemanes en el debut y frente a España en la última fecha, una campaña que ya se equipara con sus mejores actuaciones de 2002, 2010 y 2018 cuando también pudo ingresar entre los 16 mejores pero sin vencer a dos campeones.
Los Samuráis disponen 19 de sus 26 futbolistas en el mercado europeo, una proporción en ascenso desde su debut absoluto en la edición Francia ’98. Tras Rusia 2018, tomó su conducción técnica Hajime Moriyasu, un entrenador de 54 años que fue ayudante de su antecesor Akira Nishino y tuvo un pasado ganador en el fútbol de su país con Sanfrecce Hiroshima, rival de River en el Mundial de Clubes 2015.
El «Estratega», como se lo reconoce en su país, fue futbolista del equipo nacional entre 1992 y 1996, coronó un tricampeonato como DT en la J1 League y condujo a la nacional Sub-23 que finalizó cuarta, al borde del podio en los Juegos Olímpicos Tokio 2020.
Japón, que se enfrentará el lunes próximo al vigente subcampeón Croacia, quedó a una victoria se inscribir su mejor actuación de todos los tiempos.
Corea del Sur afirmó la tendencia asiática en la última fecha de la ronda de grupos con un agónico triunfo frente al seleccionado de Cristiano Ronaldo (2-1), lo que invadió de frustración a Uruguay, uno de los dos equipos sudamericanos que dijo adiós junto con Ecuador.
Al mando del portugués Paulo Bento y con Son Heung-Min (Tottenham Hotspur) como figura principal, los coreanos se posicionaron en el segundo lugar de su zona, dos puntos por debajo del seleccionado luso.
A diferencia de Japón, su plantel milita predominantemente en el fútbol local y otros países de Asia, lo que alcanzó para concretar su tercera clasificación en 11 participaciones.
Los Tigres de Oriente, cuartos en el Mundial que los tuvo como uno de los anfitriones hace 20 años, se medirán con el pentacampeón Brasil en octavos de final.
Australia, rival argentino, fue el primer equipo de la CAF en lograr el pase de ronda tras postergar en su grupo a Dinamarca, un país de mayor tradición en la Copa Mundial de la FIFA.
Los Sooceroos recibieron un cachetazo de Francia en el estreno pero se recuperaron con victorias ante Túnez y los daneses, ambas por 1-0, y avanzaron de fase como en Alemania 2006.
Pese a corresponder geográficamente al continente de Oceanía, Australia participa de las Eliminatorias de la CAF desde la previa de Sudáfrica 2010 por pedido de su dirigencia ante las abismales diferencias con el resto de los países de la Confederación de Fútbol de su región (OFC).
Ese cambio, además de elevar su nivel competitivo, resultó beneficioso porque consiguió el pasaporte al Mundial en cada una de sus participaciones con los rivales del continente amarillo.
Otro dato a favor de Asia en esta edición resultó la histórica victoria de Arabia Saudita frente a Argentina (2-1) en la primera fecha del Grupo C, aunque luego los saudíes perdieron sus siguientes partidos con Polonia y México y terminaron en el último puesto.
Al hablar de sorpresas, no puede soslayarse la brillante campaña de Marruecos, ganador del Grupo F que compartió con Croacia y Bélgica, eliminado tras finalizar tercero en Rusia 2018.
El seleccionado magrebí, emparejado con España en octavos, es uno de los cinco invictos del Mundial junto con Inglaterra, Países Bajos, Estados Unidos y Croacia.
Los africanos fomentan la ilusión de su ruidosa y nutrida parcialidad en Qatar con acaso la mejor generación de futbolistas de su historia, compuesta por el arquero Bono y el centrodelantero Youssef En-Nesyri, ambos de Sevilla; el lateral derecho del París Saint-Germain Achraf Hakimi; el defensor Noussair Mazraouni (Bayern Múnich) y el mediocampista Hakim Ziyech (Chelsea) y el delantero Sofyan Amrabat (AEK de Atenas).
El mérito de atrevesar la primera ronda de forma imbatida no pudieron cumplirlo grandes candidatos a levantar el trofeo: Argentina, Brasil o el vigente campeón Francia.
De ellos y otros aspirantes como España, Inglaterra o Croacia dependerá que la primera copa en Medio Oriente mantenga la lógica tradicional en sus instancias de definición.