Matías Dalla Fontana lleva 20 años dedicándose a trabajar en la problemática de adicciones y estará en Rosario para participar de "Rugby de Fiesta"
Por Sofía Dalonse – EQC Noticias y CLG Noticias
Con vocación de justicia social, hace 20 años que Matías Dalla Fontana se dedica a trabajar en la problemática de adicciones. El santafesino de 43 años, psicólogo, ex subsecretario de Prevención de la Sedronar y ex Puma impulsa una iniciativa solidaria para abordar esta cuestión.
Esta semana visitará la ciudad para participar de «Rugby de Fiesta en Rosario», al que definió «un encuentro con amigos del rugby». Además, estará acompañando la peregrinación “Ni un pibe menos por la droga”, organizada por los curas villeros, que recorre todo el país durante seis meses en una larga marcha que culminará en marzo de 2023 y pasará por la ciudad en estos días.
Dalla Fontana es fundador de una asociación que apunta a ser federal denominada «Proyecto Deporte Solidario» con más de dos décadas de vivencias sistematizadas en una experiencia clínica y organizativa: «La formación familiar y el recorrido formativo que hice a lo largo de mi vida me llevó a integrar la mirada de la psicología, las bondades que el deporte tiene y la vocación por la justicia social que se me impregnó en esos ámbitos».
En el 2001, el Padre Atilio Roso, fundador del movimiento «Sin Techo», lo llevó junto a su hermano a realizar un «trabajo muy artesanal» en una villa. «Eramos jóvenes, yo estaba terminado la carrera de psicología y decidimos fundar la organización «, contó.
En la misma línea, profundizó: «Nos hemos profesionalizado, creamos lugares de tratamiento de salud mental de adicciones». Además, señaló que buscan fomentar el deporte en las cárceles con el propósito de alejar los reclusos de las adicciones.
Y explicó: «La salud mental se torna como un complejo que incorpora el tema de las adicciones. El problema se torna epidémico en el mundo y tras la pandemia se ha agravado. Está mostrando la senda dramática que nos sorprende con circunstancias como con lo que ocurre en Rosario con el narcotráfico.»
Su experiencia y conocimiento lo llevó a exponer ante la Corte Suprema sobre el autocultivo de cannabis: «Es un hecho a destacar que la Corte como poder del Estado se abra de este modo a escuchar periferias», expresó al respecto.
En cuanto al tema convocante, la habilitación del autocultivo, señaló: «Lo primero es abrazar y contener a esas madres que han encontrado una atenuación o una esperanza en el cannabis como paliativo. Pero nuestra posición es que el mensaje en ninguna medida debe ser ambiguo. La Corte debe ser taxativa en diferenciar las propiedades medicinales de una molécula respecto del efecto de numerosas otras moléculas del cannabis, como el THC, que tienen efectos psicoactivos, nocivos y adictivos. Hay mapeos cerebrales que confirman que el THC afecta las funciones cognitivas del cerebro y ese daño puede ser irreparable en un adolescente».
Al opinar sobre la legalización de las drogas, manifestó: «En términos sanitarios, no lo es bajo ningún concepto, ni siquiera es algo viable en nuestras condiciones institucionales y con 6 de cada 10 niños en la pobreza. Ahora bien, en términos geopolíticos, parece ser una prioridad, pero para otros agentes en ningún barrio de la Argentina se está pidiendo que aumente la presencia de la droga, sino lo opuesto».
Y continuó: «Me parece que un orden de prioridades, en el marco de una estrategia abarcativa, requeriría poner en relación el problema antropológico como verdadero problema político de primer orden. Pero hoy una especie de psicologismo propio de la globalización está impidiendo organizar la vida en los barrios de la Argentina cuando propone un reduccionismo del ser humano».
Por otra parte, siendo uno de los organizadores, se refirió a la peregrinación: “Ni un pibe menos por la droga» y destacó: “La consigna del Padre Pepe sintetiza esa integralidad de educación, salud y sentido objetivo de vida, que solucionan en la práctica lo que las élites no están pudiendo. Tenemos nuevos enemigos, la droga, la división, el chisme, el celular… y a todo ello queremos decirle que con el testimonio de los Hogares de Cristo, del padre Pepe y la Virgen, tenemos dos armas que no vamos a dudar en usar: el amor y la solidaridad”
Al vincularlo con su proyecto, sostuvo: “Organizamos charlas en escuelas, torneos de fútbol, nos encontramos con las mamás de los presos a los que nosotros acompañamos y les enseñamos rugby, con mujeres que son víctimas de la trata de personas y la prostitución”, detalló al explicar que “son situaciones donde la droga siempre está presente, la fe es arrasada y las organizaciones como la nuestra son el camino para encontrar una salida”.
Al concluir, analizó la situación actual y llamó a la reflexión: «Creo que nos han tendido una gran trampa, han puesto a la Argentina en una grieta ideológica aviesa, sembrada por apresurados que fomentan livianamente una cultura de la droga, no cejan en su empeño por bajar los umbrales de percepción de riesgo».