A 50 años del regreso del tres veces presidente a la Argentina, la actriz y cantante recordó para Télam esa travesía y la fuerte impronta que el peronismo tuvo en su vida y también en su música
Como parte de la comitiva de figuras destacadas del arco peronista en los campos político, cultural, religioso, científico y deportivo que viajó en el avión que trajo a Juan Domingo Perón a la Argentina, después de 17 años de exilio y proscripciones, estaba ella.
Marilina Ross está sentada junto al Padre Mugica y al Padre Bernaza, por allí también están Juan Carlos Gené, su compañero del grupo Gente de Teatro, su querida amiga Chunchuna Villafañe, Leonardo Favio, entre otros tantos representantes de la cultura.
Héctor Cámpora se apersona en la clase turista, donde viajaba toda la comitiva, y le agradece a uno por uno el hecho de estar acompañando este regreso. De pronto se informa que el avión ha entrado en cielo argentino, y espontáneamente todos comienzan a cantar el Himno. Una historia de amor había llevado a Marilina Ross hasta allí: su amor por el peronismo.
Así recuerda ella su primer acercamiento: “Una hermana de mi mamá tuvo 8 hijos y una situación difícil para criarlos. Mi prima Beatriz, con once años le escribió a Evita una carta pidiendo ayuda. A los pocos días llegó la ayuda. Máquina de coser, ropas, juguetes y sobre todo, estudios para todos. A mi prima Marta Alicia, Eva la tuvo alzada en sus brazos en La Ciudad Infantil… Así fue mi primer acercamiento al peronismo, puro amor y solidaridad”.
Claro que también la había llevado hasta ese avión su ya reconocida carrera como actriz en teatro, cine y televisión, desarrollada siempre con la convicción de que el arte y cada artista debe estar al servicio del pueblo. Cuando aún corrían los años 60, Marilina le ponía música a la resistencia: “Paco Urondo fue uno de los grandes poetas argentinos y tuve el privilegio de conocerlo allá por los años sesenta. Él era gran amigo de Emilio Alfaro, mi novio, y yo muy amiga de Zulema Katz, mujer de Paco. Nos juntábamos para componer canciones. El primer Café Concert de Argentina se llamó “El tiempo de los carozos”, con dirección de Carlos Gandolfo y Augusto Fernández, y allí estaba yo con mi guitarra cantando todas canciones hechas con Paco”.
Algunas de esas canciones fueron editadas por el sello Trova, pionero de la música independiente argentina, en lo que serían los primeros simples grabados por Marilina Ross, los inicios de una cantautora fundamental de la música popular de nuestro país.
En “Qué será de mí” (1966) Marilina cantaba estos versos de Paco Urondo, y música de ella, casi como en un susurro:
No, no quiero ser como ellos son,
sin vivir.
O acaso morir.
Quiero resistir…
Luego, en 1968, grabaría otra de las canciones compuestas junto al poeta, que del mismo modo se destacaba por su espíritu contestatario, y por ser trágicamente verdadera: Paco Urondo peleó y murió aquí, tal como preanuncia la letra:
(…) Porque quiero vivir aquí
voy a pelear
quizás morir
aquí (…)
Marilina también estaba en aquel vuelo que traía de regreso a Perón, porque así lo quiso el destino: “Me enteré del proyecto del charter por Juan Gené que iba, pero yo estaba haciendo la obra “Solita y Sola”. Por desgracia y suerte (todo infortunio esconde alguna ventaja) en una prueba de trapecio de la obra me desgarré el hombro derecho y tuve que suspender por un yeso que me rodeaba desde el hombro a la cintura, brazo adentro. Pedí ir al histórico viaje y me pagué el pasaje”.
En el Grand Hotel de Roma, todos los integrantes de la comitiva formaron una fila para saludar a Perón, antes de ir a tomar el vuelo que los traería de regreso junto al General. A cada una de estas personalidades, Perón les estrechó la mano. Menos a Marilina: “Yo no le pude dar la mano, le mostré el yeso, y él me abrió los brazos diciendo ¡Qué le pasó m’hija!, y me hundí en un abrazo. No recuerdo más nada…”.
Así como Marilina venía a bordo del charter, un grupo de 40 artistas esperaba a Perón en Ezeiza, en lo que constituyó la primera acción que los convocaba a participar de manera más organizada en la esfera política. Con esta gesta, se fundaba la Agrupación Actoral José Podestá. Marilina se sumaría luego a esta agrupación: “En el año 73 formé parte de “La José Podesta”, JP, todos artistas peronistas que llevábamos espectáculos a las villas y barrios populares. Nosotros componíamos las canciones y las obras”, recuerda hoy la cantante.
Cuando ese colectivo artístico ya sumaba 130 integrantes, surgió la necesidad de insertarse concretamente en el proceso electoral, de dar un aporte a la campaña, y así lo hicieron, con dos espectáculos. Uno, “Se viene el aluvión, sin segunda vuelta” antes de las elecciones, en apoyo a la campaña del FREJULI¬; y el otro, “Fiesta de la victoria” luego el triunfo electoral del 11 de marzo de 1973. Las funciones teatrales se montaban en unidades básicas, campos, villas, clubes de barrio para una audiencia que promediaba las dos mil personas y que, de manera totalmente libre y gratuita, disfrutaba de canciones y sketches en un marco de participación al mejor estilo mitin político, que la propia Marilina definió como “una reunión peronista cualquiera; con ese clima festivo y combativo al mismo tiempo».
De aquellos encuentros artísticos nació el material para producir un LP que dieron en llamar “Cancionero para la liberación”. Se trataba de una serie de canciones seleccionadas de esos dos espectáculos, que fueron grabadas en vivo en dos presentaciones que se llevaron a cabo en el Auditorio de Luz y Fuerza, en la calle Perú 823.
Marilina participó con la interpretación de varias de esas canciones, tal el caso de “Triunfo del cuero”, una canción de Alejandro Mayol, que surgió como respuesta a los dichos del general Lanusse sobre que Perón no volvía al país porque no le daba el cuero. Después de que lo hiciera, y con ella en el avión, Marilina le puso su voz a la canción.
La participación de Marilina en el “Cancionero para la liberación” también se hace oír en la canción “Curas del Tercer Mundo”, que la interpreta junto a Leonor Benedetto a dos voces, y en “Hasta la toma del poder”, junto a Piero. Y cuenta con una canción cuya música y letra le pertenecen: “Evita está presente”.
Así nos lo cuenta ella, entre los recuerdos que nos compartió por escrito para esta nota: “La canción Evita está presente terminaba diciendo: “No lo abandonen nunca/al morir nos pediste/ Ya ves no lo olvidamos/ Viva Perón! Y Evita! Cuántas emociones… me tiembla hoy la mano al escribir esto… Bien lo sintetizó Favio: el Peronismo es un Sentimiento”.