El Vaticano había anunciado con un comunicado que el 3 de diciembre inauguraría el tradicional pesebre y árbol con un abeto que "procede de Rosello
La región italiana de Molise, en el centro del país, le pidió a su vecina de Los Abruzos que no corte un abeto blanco centenario de su territorio que pensaba regalar al Vaticano para que sea exhibido en la Plaza San Pedro como árbol de Navidad.
«Molise debe abrir un expediente sobre el impacto ambiental y evaluar en unos 45 días qué hacer», planteó a la prensa italiana el abogado Dario Rapino, quien descubrió que el árbol que Los Abruzos quería donar no estaba en su territorio sino en tierras de su vecina.
El Vaticano había anunciado con un comunicado que el 3 de diciembre inauguraría el tradicional pesebre y árbol con un abeto que «procede de Rosello, un pueblo situado en el centro del Sangro entre la belleza natural de lo que fue Abruzzo Citeriore, en la frontera con Molise».
Sin embargo, la investigación del también fotógrafo naturalista Rapino mostró con geolocalización la verdadera ubicación del ejemplar centenario y permitió obtener una cautelar de la policía forestal para frenar el corte del árbol.
Mientras se espera la definición de Molise por el árbol, el Vaticano mantiene el 3 de diciembre como fecha de inauguración de la escena navideña que completará un pesebre proveniente de Sutrio, en la provincia de Udine (Italia), uno de los pueblos más característicos de Carnia, Friuli Venezia-Giulia.