El Papa visitará también la capital Manama y participará del Foro de Diálogo entre Oriente y Occidente que organiza la monarquía local, en una continuidad de la visita que hizo a Kazajistán en septiembre para también tender puentes con el mundo islámico y otros credos
El papa Francisco viajará mañana a Bahréin para una visita de cuatro días con eje en el diálogo con el Islam y encuentros con miembros de la pequeña comunidad católica local, durante la que se esperan también mensajes sociales y por la paz para todo el Golfo Pérsico.
En la primera visita de la historia de un pontífice a la nación árabe, y mientras organizaciones internacionales reclaman condenas del Papa por la situación de los derechos de las minorías en el país, se espera que en algunas de sus siete intervenciones Francisco haga referencia a algunos temas considerados tabú en la región, como la pena de muerte, la situación de las mujeres o la defensa del medio ambiente.
En su cuarto viaje internacional de 2022, y a un mes y medio de cumplir 86 años el próximo 17 de diciembre, el Papa mantendrá una agenda que incluirá tanto reuniones con autoridades del Islam sunita, que Gobierna el país pese a ser minoritaria frente a la rama chiita, como con la comunidad católica local, de cerca de 80.000 fieles sobre una población de 1,7 millones de habitantes.
Con el lema «Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad», Francisco despegará mañana a las 9.40 (5.40 de Argentina) desde el aeropuerto Fiumicino de Roma, acompañado por periodistas, entre ellos un enviado de Télam, a bordo del avión papal, para cubrir los casi 3.900 kilómetros que separan a la capital italiana de la ciudad de Awali, en donde aterrizará cinco horas después.
Durante sus cuatro días en el país oriental, Francisco visitará también la capital Manama y participará del Foro de Diálogo entre Oriente y Occidente que organiza la monarquía local, en una continuidad de la visita que hizo a Kazajistán en septiembre para también tender puentes con el mundo islámico y otros credos.
Esta semana, Francisco consideró «imprescindible» que se mantenga el diálogo entre Oriente y Occidente «por el bien de la convivencia humana».
En su viaje 39 como Papa fuera de Italia, con el que visitará su país número 58, Francisco seguirá la línea interreligiosa que ya trazó al visitar países de mayoría musulmana como Irak, Turquía o Serbia y que profundizó en febrero de 2019 en Abu Dabi con la firma de un «Documento sobre la Fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común» con la máxima autoridad del Islam sunita, el Gran Imán de la Universidad al-Azhar, Ahmed el-Tayeb .
De hecho, el-Tayeb preside el Consejo Musulmán de Ancianos, una organización internacional fundada en 2014 que reúne a las autoridades islámicas del Golfo Pérsico y que recibirá al Papa en una mezquita de Bahréin para una reunión de alto contenido simbólico el viernes 4. Antes, Francisco y el Gran Imán mantendrán un encuentro bilateral de media hora, según el programa informado por el Vaticano.
En sus reuniones con los representantes islámicos, adelantaron fuentes vaticanas, el Papa busca aliados en temas de preocupación mutua como el papel de las religiones ante los extremismos, el rechazo a la guerra y la defensa del ambiente.
Tras aterrizar mañana en Awali, la agenda del Papa en suelo árabe iniciará de inmediato con una visita de cortesía al rey Hamad bin Isa Al Jalifa en el Palacio Real de Sakhir. El monarca es visto como uno de los más abiertos de la región, en especial tras la promulgación en 2002 de una Constitución que permitió el voto femenino y autorizó su participación en elecciones.
Tras la reunión, el Papa dirigirá su primer discurso en Bahréin a autoridades, representantes de la sociedad civil y miembros del cuerpo diplomático, en lo que se espera que sea una de sus intervenciones más fuertes desde lo social.
El viernes, la agenda del Papa se completará con su participación en el cierre del Foro sobre el diálogo entre Oriente y Occidente y en un encuentro ecuménico por la paz, para el que se espera la asistencia de fieles cristianos de países de la región.
El sábado, el pontífice celebrará una misa en un estadio al que se espera que asistan unos 28.000 cristianos, incluidos unos 20.000 emigrantes extranjeros residentes en el país, según adelantó el vocero papal Matteo Bruni.
La comunidad católica local, de unas 80.000 personas, está formada casi en su mayoría por trabajadores de países asiáticos como Sri Lanka o Filipinas.
El domingo, último día de su visita al archipiélago de 30 islas situadas entre Arabia Saudita, Irán y Qatar, el Papa se trasladará a la capital Manama para reunirse con sacerdotes y miembros del clero católicos y abogar por la libertad religiosa, otro de los posibles ejes conductores de sus discursos.
En 2014, Francisco recibió al rey Hamad bin Isa al Khalifa en la Ciudad del Vaticano con quien, según comunicó entonces la Santa Sede, discutió sobre la paz y la estabilidad en Oriente Medio y el fomento del diálogo y de la coexistencia pacífica entre todos los componentes de la sociedad.
En las conversaciones, apuntó el Vaticano, también se destacó la contribución positiva de la minoría cristiana en el país, de mayoría chiita, y el interés del rey por las necesidades de la comunidad católica local.
Tras la visita, Francisco aterrizará de regreso en Roma el domingo 6 a las 17 locales (13 de Argentina).