El impuesto será retroactivo a septiembre y se utilizará para subsidiar las facturas de energía de hogares y empresas
El Gobierno de Alemania planea crear un tributo para gravar las ganancias extraordinarias de las empresas eléctricas, cuyos ingresos se han incrementado este año por la suba del valor internacional del petróleo y el gas.
El impuesto será retroactivo a septiembre de este año, y se utilizará para subsidiar las facturas eléctricas de hogares y empresas, según documentos a los que accedió la agencia de noticias Bloomberg.
De esta forma, el proyecto pretende recolectar hasta un máximo de 90% de las ganancias extraordinarias, dejando la porción restante a las empresas para promover inversiones.
En tanto, respecto a las facturas, Berlín subsidiará un 80% del consumo hogareño a un techo de 40 centavos de euro por kilovatio hora (kw/h).
Para los usuarios industriales, 70% de su consumo tendrá un techo de 13 centavos el kw/h.
Fondo Económico y de Estabilización
Además del nuevo impuesto, el alivio a las facturas será financiado por el Fondo Económico y de Estabilización del país que cuenta con US$ 197.000 millones, y que fue aprobado hace dos semanas por el Bundestag, la Cámara Baja del Parlamento Federal.
El fondo, no obstante, fue cuestionado a nivel de la Unión Europea, ya que la medida choca con la pretensión de una salida en común a la crisis energética.
Entre otras medidas de emergencia que analiza el país se encuentra la posibilidad de mantener abiertas sus tres centrales nucleares hasta pasado el invierno boreal, más allá de la fecha de cierre originalmente prevista para fines de este año.
Del mismo modo, ya decidió prolongar la actividad de varias centrales de carbón hasta 2024.
Diversos países ya implementaron impuestos a la ganancia inesperada a las empresas del sector, con el objetivo de mitigar la crisis energética que desencadenó el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
En Reino Unido, en mayo, se aprobó un tributo temporal que gravará el 25% de las ganancias y tendrá deducciones de hasta 80% en caso de reinvertir las mismas en nuevas extracciones.
Impulso a las inversiones
«Cuanto más invierta una empresa, menos impuestos pagará», dijo el entonces ministro de Hacienda y actual primer ministro, Rishi Sunak en el parlamento en mayo pasado.
De forma similar, en Italia se dispuso en marzo un impuesto del 10% a las firmas energéticas, el cual, a principios de mayo, se incrementó al 25%.
En tanto, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, cuestionó a las firmas por los aumentos de precios y deslizó el pasado lunes la posibilidad de aplicar un tributo de esta índole.
Biden advirtió que, de no bajar los precios, las firmas «pagarán un mayor impuesto en base a sus ganancias en exceso y enfrentarán otras restricciones» y adelantó que su equipo «trabajará con el Congreso para ver qué opciones están disponibles».
Mientras tanto, las firmas del sector presentaron balances récord: Exxon, Shell, Chevron, TotalEnergies y BP, las cinco firmas petroleras más grandes de Occidente, recaudaron más de US$ 60.000 millones en el segundo trimestre, 50% más que el anterior récord histórico que marcaron en 2008; mientras que en el tercer trimestre, pese a la caída del precio del petróleo, las “majors” del sector mantuvieron resultados similares.