Por Diego Carballido
Para poder almorzar, cenar o merendar en cualquiera de los comedores universitarios de la ciudad es necesario contar con una Credencial de Bienestar Estudiantil. Los últimos relevamientos demuestran que unos 26 mil alumnos de diferentes carreras cuentan con este beneficio, lo cual pone en evidencia que casi el 40 por ciento del alumnado de la Universidad Nacional de Rosario se alimenta a través de los menús económicos que estos lugares ofrecen.
Desde su creación en 2011, la demanda de los distintos comedores ha ido siempre en alza. Solamente durante el año pasado los espacios de comida económica para universitarios han repartido 2.600 menús por día.
La UNR cuenta con seis espacios donde provee de ofertas gastronómicas económicas a los universitarios y desde su facebook anuncia cada semana las ofertas vigentes desde el lunes hasta el viernes, teniendo en cuenta también a aquellos que no comen carne, para quienes incluye un menú vegetariano.
El comedor de mayores dimensiones funciona enfrente de “La Siberia”, en la esquina de Beruti y Riobamba, pero también hay uno cerca de la Facultad de Medicina correspondiente a toda el área de salud que agrupa estudiantes de las distintas universidades de la zona junto con los trabajadores de la salud del Hospital Centenario. También se pueden encontrar estos menús en el comedor del Centro Cultural La Toma en Tucumán al 1300 y hay otro en Ciencias Agrarias en la ciudad de Zavalla y uno para Ciencias Veterinarias de Casilda. La última incorporación de estos espacios es el comedor de la Facultad de Ingeniería de Pellegrini 250 donde a partir de la segunda mitad del año se comenzaron a servir unas 350 raciones de comida por día.
«Venimos trabajando muy bien con una buena demanda de parte de los alumnos de las Facultades. Un hecho que nos permite que los comedores sean sostenibles en el tiempo» expresó el Secretario de Asuntos Estudiantiles de la UNR, Ignacio Mangiameli, en dialogo con CLG. «Tenemos una base de 50 recetas que se van rotando semanalmente y que pueden verse en el facebook de los comedores universitarios. En cuanto a precios, estamos sujetos al índice de precios del Indec. Se revisan semestralmente y si se registra un aumento mayor al 5% de inflación podemos ajustar el valor del menú. Por ahora, no lo hemos modificado al precio porque en general lo hacemos anualmente, pero la situación nos obliga a evaluarlo constantemente con una política de garantice la calidad de los menúes. Preferimos una buena cantidad de nutrientes antes que tener que recortar para modificar el costo» dijo Mangiamelli y agregó: «Durante los últimos meses el conflicto universitario produjo una baja en la demanda, pero en estos meses siempre trabajamos al límite de nuestras posibilidades».
En la actualidad, hay que tener en cuenta también que el costo del transporte urbano de pasajeros obliga a que muchos alumnos de los distintos barrios de la ciudad no les convenga irse hasta sus casas para luego regresar, por lo tanto, el comedor se convierte en una buena alternativa.
En diálogo con CLG, Darío Puede, Subsecretario de Políticas Estudiantiles de la Facultad de Medicina, sumó otro aspecto que pone evidencia la situación económica actual: «Desde la secretaría tenemos becas de trabajo, para apuntes y una casa del estudiante donde alojamos algunos estudiantes. Hemos notado, durante el año pasado y en mayor medida este año, un aumento de la cantidad de estudiantes que piden este tipo de becas. Con lo cual tratamos de hacer una selección de aquellos que realmente más lo necesitan a través de una serie de entrevistas». Un hecho que la Facultad emprende a pesar de que «tenemos un recorte en todo lo relacionado al bienestar estudiantil», concluye el subsecretario.