"Cuando se crea el IMUSA ya se habla de la atención integral de la mascota, pero nunca hubo presupuesto para llevar a cabo una atención integral", dijo ante CLG Héctor Camiletti, presidente del Colegio de Veterinarios de Rosario
En el año 2016 el concejal mandato cumplido Carlos Cossia impulsó y logró que se aprobara la conformación de un Hospital Veterinario Público y Gratuito a nivel municipal. Sin embargo, tras seis años, nunca se implementó la ordenanza 9.702 y ahora la actual concejala Silvana Teisa tomó esa normativa para pedir su implementación. Para la edil peronista, “es fundamental contar con este hospital, para una atención veterinaria pública y gratuita idónea”.
La idea inicial de Cossia era un centro de salud para animales abandonados, lastimados, accidentados, enfermos que precisen de una atención veterinaria las 24 horas, como también para animales domésticos. Hasta tenía nombre y ubicación: «Dr. Rafael Albarracín”, ubicado en Francia 1940, donde actualmente funciona el IMUSA (Instituto Municipal de la Salud Animal).
Frente a este pedido, CLG consultó con la 2da circunscripción del Colegio de Veterinarios de Santa Fe, la que nuclea a Rosario, y se mostraron auspiciosos por reflotar la idea «no es solo en Rosario sino en toda la provincia».
Además, este medio dialogó con Hector Camiletti, presidente de la entidad de veterinarios, y reveló que colegas afiliados al Colegio debatieron en su momento con concejales, legisladores provinciales y ONGs, ofreciendo «su punto de vista, que es positivo sobre la idea de un hospital para animales».
«Acá en Rosario cuando se crea el IMUSA -recordó Camiletti- ya se habla de la atención integral de la mascota». El instituto se creó mediante un decreto firmado el 30 de diciembre de 1997 y establece que ocupará el lugar de la antigua «perrera» en Francia y Godoy. «Lo que pasa es que nunca hubo presupuesto para llevar a cabo una atención integral», manifestó el veterinario y puntualizó que allí «se hace control poblacional (castraciones) y atención primaria (vacuna antirrábica que el gobierno nacional la proporciona; desparacitación y alguna atención de consultorio), además tiene convenio con la facultad de veterinaria de Casilda y hay pasantes para que practican en dicho lugar. Como Colegio de Veterinarios, Camiletti aseguró que colaboran con el IMUSA integrando el Consejo Asesor.
En este sentido, resumió: «Se ve con buenos ojos esto porque no toda la población tiene acceso a la medicina veterinaria. Si se logra será mano de obra para veterinarios», aunque aclaró: «Esperemos que en el pliego se diga que los cargos tienen que ser concursados así tienen la participación abierta para todos».
Camilletti entendió que el centro de salud para animales debe ser «como cualquier hospital público que tiene acceso todo el mundo» y marcó una diferencia entre ambos sistemas: «El hospital público también es para la gente que tiene obra social o prepaga, luego hay gestiones entre el hospital y la medicina privada y aquel que no tiene salud privada se hace cargo el Estado».
Ante la consulta si un hospital público no generaría una competencia desleal, Camiletti fue claro: «Comparemos con la medicina humana donde existen los dos sistemas. Además, los hospitales veterinarios públicos, como el de Casilda, cobran los nomencladores mínimos que fija el Colegio para no competir con los colegas de aquella ciudad». De todas formas, el representante de la institución de profesionales deslizó la posibilidad de generar «un estudio previo para quienes lo necesitan, pero los hospitales públicos entran todos», acto seguido sostuvo que «el Ejecutivo tiene que definir quienes lo pueden utilizar».
Además del proyecto aprobado por Cossia, Camiletti recordó que otro concejal mandato cumplido como Jorge Boasso presentó y logró que se apruebe el Ente Regulador para el Hospital Veterinario Público «para que pueda recibir donaciones y colaboraciones para que se hiciera. Pero no hubo un adelanto más».
«Nosotros vamos a asesorar porque tenemos una reglamentación edilicia corroborada por la facultada de Ciencias Veterinarias, y queremos la excelencia y requerimientos mínimos para que los veterinarios puedan trabajar. El objetivo final del Colegio es perseguir la salud y un animal enfermo puede, aunque no sea transmisible, dejar vulnerable al dueño porque se preocupa y se sensibiliza debido a que no tiene los recursos para ir a un veterinario», concluyó el presidente del Colegio de Veterinarios de la 2da circunscripción de Santa Fe.