Así lo estimó el CEO de Syngenta, Antonio Aracre. El empresario propuso avanzar con “pequeños” desdoblamientos cambiarios, más allá del que beneficia a los sojeros
Alrededor de un millón de toneladas de granos se liquidaron en el primer día de vigencia del dólar soja, cifra que es diez veces más alta que el nivel que se registraba hasta la semana pasada.
Así lo destacó el CEO de la empresa Syngenta, Antonio Aracre, quien consideró que el lunes se vivió “un aluvión de soja, por las ventas de lo que ya estaba en poder de las cerealeras pero no tenía precio y por lo tanto no se podía exportar”.
“Por eso, en el primer día se vendieron nuevos granos por cerca de un millón de toneladas. Y eso es un dato interesante, porque la semana pasada el promedio diario no superaba las cien mil toneladas”, puntualizó el empresario.
Según Aracre, la masiva venta de la oleaginosa a partir de la decisión del Gobierno de ofrecer un dólar a $200 para los sojeros, “permite inferir desde el punto de vista del resultado -que es aumentar las reservas y acelerar las ventas- que la medida es un éxito y va a generar divisas por encima de los US$5.000 millones que estima el Ministerio de Economía”.
En declaraciones al programa “Esta mañana”, de radio Rivadavia, el ejecutivo aclaró que “quien está en el mundo de los negocios no tiene ideología política, toma decisiones en función de lo que le necesita económicamente. Por eso, muchos de los que van a vender soja durante septiembre no lo hacen por amor al Gobierno, sino porque es una medida que los beneficia”.
Además, consideró que con el dólar soja, el ministro de Economía, Sergio Massa, ”está probando Massa distintas herramientas técnicas. Este tipo de cambio a US$200 es un pequeño y muy sutil desdoblamiento para un sector, que ya está funcionando”.
Por ese motivo, propuso que luego “se podría incorporar a este desdoblamiento a los bienes suntuarios o a los gastos con tarjetas en el exterior, que probablemente deban pasar a cotizarse por el dólar MEP”.
“Sería crear un mercado libre que flote y pasar por ahí todas aquellas cosas que tengan el menor impacto posible en el proceso inflacionario. Eso sería un mensaje interesante para el mercado, al que se le diría: estamos desactivando este fastidioso cepo de manera gradual”, concluyó.