El Frente de Todos arrancará el lunes una semana cargada de reuniones en las que participarán los diferentes actores que componen la coalición
Tras la conmoción generada por el intento de magnicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, el Frente de Todos arrancará el lunes una semana cargada de reuniones en las que participarán los diferentes actores que componen la coalición y que tendrán un denominador común basado en la ex mandataria, como también en la definición de los pasos a seguir.
Mientras la gestión del Ejecutivo encuentra al ministro de Economía, Sergio Massa, a punto de iniciar un viaje a Washington, los sectores que componen el FdT mantendrán esta semana una serie de reuniones que incluye una nueva convocatoria de la Liga de Gobernadores, otra de los mandatarios del Norte Grande y una nueva cumbre nacional del Partido Justicialista, que encabeza el presidente Alberto Fernández.
Como un nuevo mantra colectivo, dirigentes del peronismo repiten en estos días que el pedido de detención de 12 años con inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos presentado por la fiscalía desencadenó una situación que «despertó al peronismo», que no dudó en salir en bloque a respaldarla y a darle su apoyo tras el final del alegato del fiscal Diego Luciani conocido el lunes 22 de agosto.
Ese clima de efervescencia profundizó la centralidad de la ex mandataria y se profundizó tras el ataque con arma de fuego que sufrió en la noche del jueves, la situación más grave vivida por la democracia argentina desde la recuperación de la institucionalidad, en 1983: por otro lado, este hecho llevó a que a la coalición oficialista suspendiera el acto que estaba anunciado para hoy en el municipio de Merlo.
Las centrales obreras, los movimientos sociales, el PJ y otras fuerzas políticas que conforman el FdT adhirieron sin fisuras al respaldo de la Vicepresidenta y se pronunciaron en ese sentido en diversos comunicados, mientras en paralelo se reunían con la idea de coordinar acciones: en ese momento no se imaginaban que diez días después se produciría un intento de magnicidio.
Tras varios meses de cierta inactividad, el PJ a nivel nacional conducido por el jefe de Estado se reunió de urgencia de forma mixta –algunos de modo presencial, otros participaron por Zoom- en una reunión del Consejo partidario que concluyó con la declaración del peronismo en estado de alerta y movilización.
Una semana atrás, luego del operativo de la Policía de la Ciudad que rodeó con vallas el domicilio de la exmandataria en el barrio porteño de Recoleta por una orden del jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, el kirchnerismo suspendió todos los actos que estaban previstos para ese día y convocó de manera urgente a concentrarse en la esquina de Juncal y Uruguay.
En esa jornada varios militantes resultaron golpeados y se registraron detenciones aleatorias de algunos legisladores en una labor policial que unificó aún más al FdT en la denuncia de la represión y los cuestionamientos a Larreta, a quien responsabilizaron por lo ocurrido.
En este marco, el Consejo partidario que preside Alberto Fernández convocó a otra reunión del órgano de conducción del PJ para el próximo viernes 9 de septiembre en la provincia de Santiago del Estero, no sin antes difundir un comunicado en el que denunciaron que la vicepresidenta es víctima de una «persecución política, judicial y mediática».
En la misma sintonía, el PJ bonaerense mantuvo una reunión de urgencia a los pocos días del alegato en la que se fijó una fecha para la realización de un congreso partidario: la decisión era hacerlo hoy mismo en Merlo con la presencia de la propia Vicepresidenta pero todo quedó suspendido tras el ataque con arma de fuego del jueves por la noche. Fue un hecho que cambió todo.
Antes de ese episodio que conmocionó y dejó perpleja a toda la dirigencia política, el máximo escollo a resolver dentro del FdT era la decisión del Frente Patria Grande que lidera el dirigente social Juan Grabois, que había anunciado que los tres diputados de ese espacio -Natalia Zaracho, Itai Hagman y Federico Fagioli- se irían del bloque oficialista de la Cámara baja.
Por eso, previo al jueves pasado, tanto el canciller Santiago Cafiero como el diputado nacional y titular del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, enviaron mensajes conciliadores a Grabois para evitar su salida de la alianza gobernante y convocaron a que «las diferencias se debatan y resuelvan adentro».
Ante la centralidad de Cristina Fernández de Kirchner que se vive en las calles y también en las reuniones sectoriales, su hijo Máximo no evitó hablar de una posible candidatura presidencial en una entrevista radial, pero opinó desde una postura como familiar directo sobre «el desgaste» que significa ocupar la Presidencia.
«Sé el desgaste que lleva la Presidencia si trabajás en serio. Quemás mucha vida en ese lugar y no podés estar de vacaciones como hizo (el expresidente Mauricio) Macri», confió Máximo Kirchner en una entrevista al El Destape Radio.
Y en ese sentido, agregó: «Como hijo tengo sentimientos y sensaciones encontradas. Cristina está muy bien. Hace gimnasia, está híper lúcida, nos ordena constantemente y está mejor que muchos dirigentes, si comparás con otros personajes de la oposición».
Kirchner, de todas formas, insistió en que la decisión de presentarse como candidata a los comicios presidenciales del año que viene «dependerá de ella», y sentenció: «Como un ciudadano más, quiero que me gobiernen los mejores».
«Soy el hijo (de Cristina), pero hay algo que es lógico y todo el mundo ve. ¿Alguien tiene duda que es la mejor dirigente y tiene una diferencia sideral con el resto de los personajes políticos?», se preguntó.
Horas más tarde, en la noche de ese mismo día, sucedió el intento de asesinato por parte del brasileño Fernando Sabag Montiel, lo que obligó a suspender algunas reuniones mientras que otras se agendaron para la próxima semana.
La prioridad pasó a ser la multitudinaria movilización a Plaza de Mayo en defensa de la democracia y en apoyo a Fernández de Kirchner.
Ante la consulta sobre una potencial candidatura de la actual vicepresidenta, el mandatario chaqueño Jorge Capitanich no dudó y reiteró un planteo suyo anterior sobre la conveniencia de que se postule a la Casa Rosada el año próximo.
«No tengo la menor duda de que Cristina tiene que ser protagonista en 2023», fue la frase de Capitanich, aunque agregó que «la decisión de una candidatura depende exclusivamente de ella» por tratarse de «una decisión personal».
En ese contexto, la Liga de Gobernadores sesionará este lunes a las 17 en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), mientras que los mandatarios del Norte Grande volverán a encontrase el próximo jueves 8 en Resistencia, Chaco, en un raid de reuniones que se completará con el consejo nacional del PJ el viernes 9 en Santiago del Estero.
Será la tercera reunión en casi 20 días, algo que no sucedía en años, y fuera de la ciudad de Buenos Aires, otro hecho inédito.