“Nosotros no festejamos porque están en deuda con los jubilados”, aseguró a Con La Gente Salvador Capará, de Jubilados Autoconvocados de San Nicolás. Esa frase es el claro reflejo del mediodía de este jueves, donde en el marco del Día del Jubilado distintas organizaciones, acompañadas por entidades gremiales y agrupaciones sociales, marcharon desde la sede del Pami hasta el Anses para reclamar por las falencias en la atención de la salud y para manifestar el rechazo a la posible reforma jubilatoria.
Desde las 9.30 horas y bajo el lema “Defensa de la Seguridad Social y Previsional”, centros de jubilados y sindicatos afines concentraron frente a la sede de Pami (San Lorenzo 926), donde entregaron un documento para posteriormente movilizarse hacia la sede de Anses ubicada en Sarmiento y Rioja.
En diálogo con CLG, el histórico dirigente de la Coordinadora de los Jubilados de Rosario, Enrique Gigena, manifestó respecto del día que se conmemora que los jubilados se convocaron “sin oposición a que sea un día de fiesta, porque el ser humano necesita tener esparcimiento y tiempo”, pero que por sobre todas las cosas tienen “conciencia de los derechos vulnerados” y que no pueden “porque manos extrañas, que son de funcionarios” se lo impiden.
“Hoy, como lo fue ayer en tantas otras oportunidades, los jubilados nos encontramos levantando la bandera en esta marcha por el ejercicio de nuestro derecho y decimos en altavoz ‘Basta de gobiernos tramposos y mentirosos’. La constitución nacional, el artículo 14 bis, nos garantiza todos estos derechos. Basta de la intervención del Anses y del Pami, fuera de las manos de los gobiernos que la mantienen intervenida para que los funcionarios garanticen su política y roben el dinero a los jubilados”, expresó Gigena.
Por su parte, Salvador Capará, referente de Jubilados Autoconvocados de San Nicolás, aseguró que ellos no están festejando “porque están en deuda con los jubilados” e hizo hincapié en uno de los tantos carteles que se encontraba en la marcha: «Se está cometiendo un genocidio».
“Realmente lo están haciendo con los jubilados, como en la dictadura militar no lo hicieron. Es alarmante la situación, que nos está llevando a una pobreza total que ya no tenemos ni para comprar los remedios. Que en un matrimonio de jubilados al Pami se compre un remedio para repartírselo entre los dos es un escándalo. Nosotros no vamos a dejar de luchar. Ni contra este Gobierno ni contra todos aquellos que avasallen los derechos de los jubilados. Nosotros tenemos memoria y lo demostramos”, manifestó Capará.