Ciudad

Homenajean a la hermana Jordán con nuevas aulas en la escuela del barrio carenciado de Empalme 


Ricardo Terán, quien participa de la fundación que colabora con el centro comunitario creado por la religiosa franciscana, dio a CLG detalles de la inauguración, a dos años del fallecimiento

Por Sofía Dalonse

El pasado 9 de agosto se cumplieron dos años de la partida de la Hermana Jordán, fundadora de la comunidad «Estación Misionera» y el centro comunitario “María Madre de la Esperanza”, que desde hace más de 25 años trabaja en la asistencia e inclusión de los que menos tienen del barrio Empalme Graneros.

Los responsables del proyecto solidario continúan día a día el legado que dejó la hermana, acompañados por el apoyo de la fundación, integrada por personas que desinteresadamente colaboran con la iniciativa desde el inicio. El periodista Ricardo Terán es uno de ellos.

En diálogo con CLG, contó: «Fue una ceremonia emotiva, con la presencia de todos los colaboradores que la hicieron posible, gente de la ciudad que desinteresadamente se ha acercado. La intención era recordar a la hermana como a ella le hubiera gustado, mediante la acción solidaria».

Hasta el momento el predio del centro comunitario “María Madre de la Esperanza” (Cabal 1400 bis) contaba con una escuela en crecimiento con jardín de infantes (salitas de 3, 4 y 5 años) y primaria (1er., 2º y 3er. grado), donde los niños reciben desayuno y almuerzo. «Con estas dos nuevas aulas, incorporamos cuarto y quinto grado, con el propósito de que la escuela siga creciendo año a año», explicó Terán.

En este sentido, destacó el apoyo del gobierno de la provincia al habilitar el comedor y copa de leche para la escuela y asistir con el personal necesario de docentes, vicedirectoras, maestras de grado, auxiliar de docentes; para lograr que la escuela funcione normalmente.

«Recibimos por parte del ministerio de Infraestructura gran cantidad de materiales para la construcción, así también, el aporte del ministerio de Desarrollo Social, con el programa Santa Fe Más para llevar a cabo las capacitaciones en oficio» 

Más de 15 mil personas habitan en la actualidad el barrio, que tiempo atrás era un “basural” el cual la hermana supo transformar y hoy cuenta con calles limpias, bien delineadas, con rellenado y mejorado de los terrenos, agua potable, un comedor para niños desnutridos, consultorios médicos y asistencia legal para indocumentados.

«La hermana siempre nos decía que junto al pan hay que brindar herramientas y creemos que la educación es la herramienta más fuerte que podemos dejarles a estas personas», manifestó Terán al respecto.

En la misma línea, sostuvo que hay tres pilares fundamentales que desde la comunidad misionera promueven: la educación, el carisma franciscano que la hermana les inculcó desde la catequesis y actividades deportivas que se están desarrollando en el campo de deportes con el que también cuentan.

«La hermana nos dejó esta obra iniciada y nosotros tenemos la obligación moral, el compromiso con ella y con todo el barrio, de continuarla«, cerró.