El director gerente en el Reino Unido de EDF Energy, Philippe Commaret, pronosticó que en enero más de la mitad de los hogares van a sufrir "pobreza energética" y aseguró que el nivel de apoyo que brindó el gobierno no es suficiente
La mitad de los hogares británicos se enfrentarán a un «invierno dramático y catastrófico», si el Gobierno no interviene para aliviar el excesivo incremento de las facturas de gas y electricidad de sus viviendas, según un ejecutivo del sector.
Muchos británicos no podrán permitirse este invierno los servicios energéticos suficientes para satisfacer sus necesidades o deberán destinar una parte excesiva de sus ingresos para solventar esos servicios, una situación conocida en Europa como «pobreza energética».
En ese sentido, el director gerente en el Reino Unido de EDF Energy, Philippe Commaret, aseguró en declaraciones a las cadenas de televisión ITV y BBC, que está «muy preocupado» por los clientes y dijo que el nivel de apoyo que el Gobierno brindó sobre esto, no es suficiente.
“Nos enfrentamos a que en enero más de la mitad de los hogares del Reino Unido sufran una pobreza energética», aseguró.
Se estima que el tope del precio de la energía se elevará de 1.971 libras esterlinas (2322.72 dólares) a 4.567 (5381.98 dólares) en enero y 5.816 libras en abril (6853.87 dólares).
Los expertos pronosticaron que la factura promedio solo para enero de 2023 alcance las 500 libras esterlinas (589 dólares), lo que significa que el costo de la calefacción y la electricidad de un hogar se habrá más que triplicado desde el invierno pasado.
Commaret aclaró que los británicos tendrán que invertir más del 10% de sus ingresos disponibles para pagar sus facturas de energía.
Adelantó también que su empresa está lanzando una campaña para ayudar a sus clientes a reducir las facturas con medidas de ahorro de energía y ofrecer más apoyo, pero la escala del problema significa que se necesita una mayor intervención estatal.
Sin embargo, desde el Gobierno descartaron una ayuda adicional inmediata.
Desde el gabinete del premier Boris Johnson aseguraron que cualquier decisión financiera importante se pospondrá hasta que asuma el nuevo primer ministro el 5 de septiembre, tras la elección interna entre Liz Truss o el exministro de Finanzas, Rishi Sunak.
Sin embargo, Sunak advirtió este miércoles que congelar el precio máximo de la energía al nivel actual requeriría demasiados préstamos del Gobierno, rechazando las pretensiones de los partidos de la oposición y algunas compañías, que habrían pedido un rescate de 100.000 millones de libras esterlinas.
Mientras tanto, los británicos que ya están sintiendo el impacto, mostraron su descontento en las redes sociales y temen que tendrán que elegir entre calentarse o comer.
Kiara Dolan, madre soltera de un niño de seis años, dijo a ITV News que el inminente aumento del precio de la factura de energía la tiene «estresada».
«Va a llegar al punto en que todos estarán endeudados, incluso las personas que están trabajando», aseguró.
«La gente de este país debe hacer frente a todo esto o será la ruina para nosotros. Todo es absolutamente impactante y no se está haciendo nada», manifestó otra mujer a la cadena.
«¡Los únicos que podrán pagar por calentarse y comer serán los ricos! ¡El resto de nosotros tendremos que elegir qué es más importante!», expresó otro usuario.