“Estar volviendo a los recitales me genera adrenalina, un poquito de ansiedad, alguna inseguridad y también la emoción del reencuentro”, dijo el cantautor
Después de agotar localidades en la sala porteña La Máscara donde el viernes pasado regresó a los escenarios locales tras la pandemia, el trovador Ignacio Copani actuará el sábado en el Centro Cultural Atlas de Rosario retomando una actividad sobre la que, confiesa “tiene un gustito parecido al del debut pero yendo a lugares amigables”.
“Estar volviendo a los recitales me genera adrenalina, un poquito de ansiedad, alguna inseguridad y también la emoción del reencuentro”, repasa el cantautor nacido hace 62 años en la bonaerense Villa Lynch.
A más de cuatro décadas de su primer lanzamiento discográfico en México y afirmado como un artista ligado al peronismo y a sus batallas ideológicas y mediáticas, Copani asegura a Télam que “ahora estoy tratando de alejarme un poquito de la coyuntura”.
“Digamos que dejé de componer con el diario abajo del brazo –apunta no sin ironía- y estoy empezando a hacerlo de vuelta sobre conceptos muy terrenales como laburar el doble para ganar la mitad”.
Con más de 400 canciones registradas, el autor, guitarrista y cantante está aprovechando estas presentaciones que lo devuelven a la escena en vivo “para estrenar un puñado de canciones inéditas que se integran a un relato para tener un hilo, para ir construyendo un todo”, según señala.
La vuelta del autor de “Lo atamo’ con alambre”, “Cacerola de teflón”, “Me salva tu amor” o “López y Báez”, por citar apenas algunas, comenzó el 31 de julio en la Sala Zitarrosa de Montevideo y el último viernes pasó por la porteña sala La Máscara a la que volverá el 8 de septiembre.
Capaz de hacer un balance de su camino, Copani indica que “muchos me auguraban ser un éxito de verano y aguanté 35 veranos. Diría que hice un camino parecido a lo que quería aunque no lo soñé como diría el Indio sobre todo en una carrera donde convivís con la desazón permanentemente”.
Entre ese andar y su presente, afirma que reniega de componer canciones de amor porque “te sentís más seguro al contar alguna cosa relacionada con el sentimiento cuando sos más joven porque cuando sos más viejo es medio patético a menos que seas muy original. Y además, yo siempre estuve más cercano a estar envuelto entre banderas que entre sábanas”.
El músico que también compuso repertorio para el club de sus amores, River Plate, entre ellos uno de sus himnos actuales, tal vez aproveche este retorno para viajar nuevamente a España.
“Antes de la pandemia había empezado a ir a España y me estaba yendo muy bien en Madrid y en Valencia pero lo tengo postergado porque no tengo muchas ganas de viajar”, señala.