Los profesionales proponen atender la "salud integral" y correr el foco de las balanzas y las dietas
En el Día del Nutricionista que celebra cada 11 de agosto en toda Latinoamérica, médicos nutricionistas proponen un cambio de paradigma con el eje en la educación alimentaria para una salud integral con una mejora en la calidad de vida, en lugar del modelo de la «dieta para adelgazar».
El día del nutricionista se conmemora en esta fecha en reconocimiento a Pedro Escudero, un médico argentino nacido en 1877 que es considerado un pionero de la nutrición y principal impulsor de esa especialidad en Latinoamérica.
Para la Organización Panamericana de Salud (OPS), «una nutrición saludable es fundamental para la prevención de factores de riesgo relacionados con la dieta, como el sobrepeso y la obesidad, y las enfermedades no transmisibles asociadas».
Al respecto, Jesica Lavia licenciada en nutrición, especializada en educación nutricional integral, dijo a Télam que «estamos atravesando un cambio de paradigma muy fuerte en la salud en general y en la nutrición en particular en el que dejamos de pensar la salud a través del tamaño de los cuerpos de las personas y dejamos de asociar la delgadez a la salud».
En este punto, destacó que, socialmente, «empezamos a dar cuenta que la salud es mucho más que eso, un cuerpo».
Lavia, también asesora en la Secretaría de Acceso a la Salud del Ministerio de Salud de La Nación, sostuvo que es importante entender que no se trata solo de lo que comemos y la calidad de lo que comemos.
Y explicó: «Es importante incluir en esa ecuación: ¿cómo nos relacionamos con lo que comemos?¿Cuál es el acceso a esa alimentación?¿Con qué recursos contamos tanto económicos como de acceso a la educación? ¿Qué es saludable?».
Todo esto, agregó, es necesario para «vincularnos de una forma mucho más positiva con la alimentación en general y la nutrición en particular, con nuestros cuerpos y con la mirada integral de lo que es la salud».
Además, la nutricionista hizo hincapié en que no se trata solo de salud física sino también psíquica y social porque «sin una parte de la salud no podemos gozar de la otra».
Esta nueva mirada, según Leiva, corre el foco de las balanzas, de las dietas, y convoca a repensar la temática desde una mirada más completa.
«Esa mira no puede ser unilateral sino social y en ese cambio deben entrar políticas públicas, un Estado que acompañe y garantice el acceso a la salud y a la alimentación y el concepto de soberanía alimentaria», afirmó.
Por su parte, la licenciada Alexa Gómez, nutricionista en el departamento de Alimentación y Dietética del Hospital de Clínicas, contó sobre el rol que cumplen los especialistas en nutrición de ese hospital y enfatizó sobre la importancia de «darle al paciente las herramientas para que tenga una alimentación saludable, que sus planes de alimentación sean buenos».
En este punto recomendó «salir de la atención peso centrista y tener un abordaje mucho más integral y compasivo del profesional hacia el paciente pero también del paciente hacia sí mismo».
«Desde el trabajo en el hospital es importante abordar con el paciente que el peso es un solo factor a tener en cuenta en todo lo abarca su salud integral y calidad de vida», explicó Gómez porque si solo se centran en el peso siempre los va a llevar a que «si baja es un éxito y si no es un fracaso y eso es reduccionista y no le brinda herramientas al paciente», añadió.
De las consultas recibidas en el Clínicas surge que los pacientes suelen enfrentarse a diversas enfermedades que requieren asesoramiento alimenticio como diabetes, gastritis, infertilidad con mujeres y hombres, enfermedades cardiológicas, cirrosis, nefrología, entre muchas otras.
La atención, dijo Gómez, «es un trabajo en conjunto entre profesional y pacientes».
A modo de ejemplo, contó que es fundamental contar con una alimentación adecuada para cada paciente y cada enfermedad, como por ejemplo en un paciente que padece algún problema de fertilidad.
En ese caso, «es primordial brindar una alimentación preconcepcional acorde para llegar al momento del embarazo con un estado nutricional adecuado, el cual va a tener impacto sobre el tratamiento de fertilización asistida».